Friday, May 23, 2025

EL EURODRAMA

Santa Teresa expuesta en su sepulcro. 
A la intemperie. No precisamente incorrupta. Descompuesta y podrida en macabro culto. 
Una enorme falta de respeto mostrarla tan envejecida y desmejorada, cuando ella lo que quiere es que la vean como la eterna novicia putita de Dios. 
No hay derecho. 
Pero lo cierto es que esa carita de calaverita resulta entrañable. 
Está monísima y muy Halloween, de pronto. 

Muchísimas gracias por haber llenado el Palacio de la Prensa de Callao en el especial en vivo de Pijas Marrones que dedicamos a San Isidro, al lado de los magníficos Diana Aller y Serge González. 
Fue una noche mágica, cargada de energía castiza y fetén. 
Me vestí de chulapo. 
Vuestras risas y vuestros espontáneos aplausos… Inolvidable. Se nos pasó volando el tiempo charlando sobre que no hay Papa bueno (y el único verdadero Papa es Luigi Mangione y la Mama Manuela Trasobares), sobre la maravillosa novela de Diana Aller de Todas las guerras empiezan en verano, sobre lo cateta y clasista que es la Feria de Abril de Sevilla, canté un chotis… sobre Bad Bunny (el nuevo Elvis) vendiendo 600.00 entradas en 24 horas, el concierto de la encantadora Dua Lipa. Cosas que no nos gustan de Madrid (las meninas de la calle, las smash burgers), cosas que nos encantan de Madrid (que su personalidad consiste en no tenerla, que todo Madrid es un after), la ausencia de filtro de Tamara Gorro, Las cuatro estaciones de Tina Fey, que Andy y Lucas se metieron de hostias… 
Tras el directo la gente se acercaba amorosa. 
Salí muerto del hambre y fui al McDonalds de Gran Vía con mi chico, Ferdi, Veronica, Gerard y Darío, Paula, Vero y Popote. 

El McDonalds, a las 22:30 de ese miércoles, parecía una guardería. Había un colegio entero cenando. 
Pedí la nueva Big Mac BLT, que es como un Big Mac Whopper, con rodajas de tomate. 
Muy rica, como no podía ser de otra forma. 
Ahí nos contaron que Frank de la Jungla le había comido el coño a Ayuso. 

Como cada año y como buenos gatos, mi chico y yo fuimos a La Latina a pedir el deseo al pozo de los milagros de San Isidro, donde este santo marica, con sus poderes de X-Men hizo emerger las aguas para salvar a un bebé que ahí había caído. 
Todos los años pido el mismo deseo y todos los años se me cumple. 
En esa plaza donde los modernos pasábamos los domingos entre el Bonnano y El Viajero, donde comíamos huevos estrellados en el Almendro 13, mucho antes de que el barrio fuese tomado por los actores de Globomierda primero y después por los manaders de Mujeres y Hombres y Viceversa. 

Nacho Laborda y su chico estaban en Las Vistillas viendo el desfile de trajes de chulapa modernos que había La Juan Gallery, pero ya había empezado y aún estábamos por La Plaza Mayor. 
Habíamos quedado donde el Teatro de La Latina de Lina Morgan con Elia Tomás, que venía con traje de chulapo. Italiano madrileño. 
Las calles abarrotadas de gente con sus claveles. 
Tras el agua del santo, unos bocatas de calamares en La Campana. Los mejores. 
Y después a La Mallorquina a por unas rosquillas, aunque finalmente nos sedujeron más unas torrijas con crema por encima, muy groseras, arriba, en la amaderada cafetería rodeados de señoras cañís. 
Madrid, gentrificada, tan de moda, sigue siendo REAL. 

Teníamos entradas en el Imax para ver la esperadísima Destino Final 6
Planazo de cine. 
La mejor película de la saga tras la 3 y la 1. 
Un verdadero festín, escrito por el gran Guy Busick, guionista de Ready or not y de las dos últimas películas de Scream. 
Este nuevo Destino Final tiene sorna y también corazón. Las muertes son sublimes, las auto-referencias son sagaces, siempre con una vuelta de tuerca. 
Tratar de huir de la muerte, qué poético. 
Al salir mi chico me dijo que el único defecto de la película es que es demasiado buena. 
Ya ha hecho más dinero que Marvel, así que tendremos Destino Final para rato. 

Eurodrama. 
Tras las amenazas de la organización de Eurovisión con multar a España si los comentaristas nombraban a Gaza (puede un concurso multar a un canal de televisión???), la RTVE de mi amado Pedro Sanchéz, antes de Eurovisión, puso un cartel que decía: Frente a los derechos humanos el silencio no es una opción, Paz y justicia para Palestina. 
Eso es ganar Eurovisión. 
Llegó Papa Johns con una pizza con los bordes rellenos de queso. 
Empezaron las actuaciones. 
Noruega sacó a un twink que desafinaba como una perra pero que era de Fuengirola. Nos encantó la muñequita de Luxemburgo. Tommy Cash en plan Chiquilicuatre tomándole el pelo a toda Europa. 
Al llegar Israel cambiamos de canal. 
Los chicos de Lituania me dejaron fascinados con esa banda de rock, tan adolescentes, tan potentes. 
Y llegó Melody
Lo hizo perfecto. 
La canción es horrorosa, pero ella lo hizo de 10. Tal vez el estilo de la actuación era demasiado similar al de Chanel, pero sin esa electricidad. 

Ucrania hizo una actuación fuera del tiempo, las de UK parecían el final de una película feel good que trataba de tres amigas cuyo sueño era ir a Eurovisión. 
Letonia fue terror, sacando a una brujas que hicieron un conjuro para consolidar la extrema derecha en Europa. 
Austria fue una maravilla entre el techno y la opereta, con ese barco en esa tormenta, en blanco y negro. Una puesta en escena realmente diferente. 
La burra rubia de Finlandia que se sube en un palo de micro gigante mostró ser una bruja buena e hizo un conjuro para anular el hechizo de las de Letonia. 
La actuación de Italia fue mágica. 
Y llegó otra buja malvada, la de Polonia, para traer la destrucción a Europa. 
Sentí pavor. 
Tras la fiestera y bonita canción de Alemania llegó otra bruja buena, esta vez de Grecia, para aniquilar a la bruja de Polonia. 
Salió una marica mascxmasc de Armenia, cantó la de Suiza como los ángeles… La Malta de serving sirviendo coño fue una ordinaria como de la Chueca profunda de 1998. Lo de la sauna de Suecia, muy pegadizo pero fue un sucio intento de heterosexualizar el festival. Francia sacó una canción como Contar la verdad para seguir vida con la cantante que se la metía arena en la boca. 
La gala interminable. 
Casi me duermo antes de las votaciones... 

Los jurados profesionales no votaron a Melody porque están muertos en vida, desde luego, pero también porque había varios países con propuestas mucho mejores y porque la canción de Esa Diva, más allá del chanza, es un bodrio que no hay por donde cogerlo. 
Pensé que en el voto popular nos iba a ir mejor porque Melody, con su chispeante promoción, se había metido en el bolsillo a todas las maricas europeas, logrando ser la quinta canción de Eurovisión más escuchada en Spotify y la tercera en YouTube. Pero llegó la muy unida comunidad sionista israelí con sus votos movilizados y con sus bots votando y casi ganan. 
Con el corazón en un puño. 
Menos mal que finalmente ganó Austria, muy merecidamente. 
Más grave que los bots de Israel me parecieron esos fachas sin alma españoles que tan solo por tratar de joder al gobierno de España fueron capaces de mandar veinte SMS votando a Israel. 
Hay que ser realmente vil y patético. 
Más allá de lo ocurrido con Melody, que vuelve a España decepcionada, agotada pero en absoluto como una perdedora, pues es una grande de España, nuestro país no debería participar el año que viene en Eurovisión. 
No hasta que Israel no esté fuera de ese concurso como lo está Rusia. 
Así debería haber sido ya el año pasado. 
No podemos disfrutar de esa champions gay con ese terrible fantasma sobrevolando. 

En La familia de la tele, pasada la catarsis de la baja audiencia, que por otro lado continúa, vi a Melody llegando al aeropuerto con gafas enormes de sol y el pelo cubierto, como una verdadera estrella y a la vez entre Abraham Mateo y Chenoa en chándal. 
Y hemos descubierto a sus inefables tías, pura raza, cantando Esa Diva en plan flamencas, que esa es la versión que debería haber ido a Eurovisión, con ellas, y las hubiese votado hasta Israel. 
Las tías de Melody deberían haber ido a Cannes. 

Cannes
El mejor festival de cine del mundo. 
Isabelle Huppert de verde fluor en la alfombra roja. 
Dresscode en Cannes. Han prohibido las faldas de cola de faralaes e ir en bolas. No quieren que haya looks que eclipsen al cine. Pero no hay outfit attention whore que pueda eclipsar el guiño de una estrella. 
Prohibido prohibir. 
Este año tenemos muchas posibilidades de llevarnos la Palma de Oro con Oliver Laxe, el director español más guapo, con su Sirat, en una rave en el desierto con un padre buscando a su hija con techno de fondo. 
Parece ser que Ari Aster se ha cavado su propia tumba con Eddington y también se ha enterrado viva a sí mismas la directora de Titane con su nueva película, Alpha. 
La Lynne Ramsay de Tenemos que hablar de Kevin ha rodado un peliculón que se pasa de frenada con la crueldad, Die my love, con la que parece ser la mejor actuación en la carrera de Jennifer Lawrence
Amo a Jennifer Lawrence. 
La mejor actriz de su generación, la nueva Gena Rowlands. 
Kristen Stewart y Scarlette Johansson han debutado como directoras con dos películas que se han recibido con frialdad. 
Ha gustado mucho una brasileña, El Agente Secreto, también Fue solo un accidente de Jafar Panahi y Resurrection de Bi Gan. 

Los astrónomos han descubierto una estrella al otro lado del universo que está emitiendo señales de radio a la Tierra. 
Un Pijas Marrones.