Monday, November 25, 2024

HACER UN PARIS JACKSON

Qué placer hacerle un Paris Jackson a quién se lo merezca. He hecho infinidad de Paris Jackson en mi vida y nunca tengo suficiente. 
Qué gozo ver a Letizia, la Reina Roja, haciéndole un Paris Jackson a Ayuso. 
Girarle la cara a Ayuso es girarle la peligrosísima prepotencia del inepto que se siente poderoso. 

Rosalía se encuentra con mi admirada Kate Bush (qué maravilla Running Up That Hill, esa canción escrita en el olimpo por los mismísimos dioses) para planear gorgoritos juntas. 
Mientras tanto otro encuentro acontece en Marruecos: Pedro Pascal y Paul Mescal juntos de vacaciones. Tengo claro que Pedro Pascal, que es más puta que las gallinas y más lista que las ratas colorás, se ha llevado al huerto a su Gladiator. 
Esa es la película que yo quiero ver y no Gladiator; la de ellos de vacaciones en morocco. Y no dirigida por Luca Guadagnino sino por Bruce LaBruce. Aunque, por cierto, me ha maravillado el tráiler de Queer de Guadagnino. 
Paul Mescal y Pedro Pascal, eso sí que es celebrar el día del hombre del 19 de noviembre. 

Por fin llegó el día de ir a los Teatros del Canal a ver a mi admirado Robert LePage
Hace quince años ya que vi su obra Lipsynch y cambió mi vida para siempre. 
Realmente me marcó. 
Ahora venía al Festival de Otoño con una obra suya de 1994: The seven streams of the river Ota. Una obra de siete horas de duración. Empezaba a las 16:00h de la tarde y terminaba a las 23:00h. 

El público del Festival de Otoño de teatro me fascina y me repele a partes iguales: actores y actrices de Cristina Rota, Corazza y Layton dejándose ver y montando el número entre las butacas, antes de la obra y en los descansos, yendo de un sitio a otro, dándose la vuelta, haciendo aspavientos para dejar constancia de su asistencia. Pero, a su vez, también vi gente verdaderamente culta, gente madura con gafas y canas de votar al PSOE, los verdaderos intelectuales de Madrid. 
Qué privilegio vivir en Madrid y poder ver una obra de teatro de Robert LePage de siete horas. 
La gente estaba excitadísima con que la obra durase siete horas. 
Empieza la función. 

Con las dos primeras historias ya me di cuenta de que aquello era lo mejor que yo había visto en teatro en toda mi vida, y he visto de todo y muy bueno. 
He visto a la Liddell, al Papaioannou, a Marina Abramovic con Willen Dafoe y Anthony and the Johnsons, he visto a Marion Cotillard haciendo de Juana de Arco dirigida por Alex Ollé, he visto el O Corvo Branco de Bob Wilson, Yogur Piano… He visto de todo, pero The seven streams of the river Ota es lo mejor que he visto en mi vida. 
La herida abierta, cómo nuestra historia nos acompaña siempre… 
En los descansos la gente estaba muy impresionada con la prestidigitación de la escenografía, que realmente es memorable, pero a mi lo que más me admira de LePage es su enorme talento para dar significado a una vida con apenas tres trazos. 

Hubo un descanso de veinte minutos, luego otro de cinco, después un descanso de 45 minutos, más adelante otro de veinte. Yo hubiese preferido un solo descanso de 15 minutos, pero debe ser que la gente se mea y se caga. 
Incontinencia. 
Durante la obra me quedé estupefacto con un momento meta-teatral fabuloso, con el refinadísimo humor, la descarga emocional… 
Siete horas con el corazón en un puño. 
A la salida vino a buscarme mi chico en coche, con unos sándwiches y el Stanley con Cola Cao. 
Le conté la obra llorando y le dio mucha rabia no haber venido. 

Dos días después mi chico sí vino conmigo de nuevo a los Teatros del Canal para ver Goodbye Linda, de Mario Banushi, joven promesa del teatro europeo. Griego. 
La obra es teatro avant-garde, con sus dejes de pedantería inevitables, pero que logra crear imágenes de enorme empuje. 
Realmente estuvimos boquiabiertos. 
Al salir, mi chico me dijo “he estado intentando que no me gustase la obra, pero no te deja”. 

A la salida del teatro estuvimos comentando la fantasía de la ministra de educación de Trump, que es una del WWE, del Pressing Catch, que hacía de señora que metía hostias. 
Es impresionante el clown car de ministros de Trump: de fiscal, un violador de menores, de ministro de sanidad un negacionista de las vacunas… 
USA es un cómic underground. 
También comentamos que el Tribunal Penal Internacional había emitido una orden de arresto contra el genocida Netanyahu por crímenes de guerra en Gaza, ¿qué significa eso cuando el planeta entero sabe que no se le va a detener? 
Una palabra: paripé. 

En casa nos pusimos un Grotesquerie: curas hunk sadomasoquistas, enfermeras depravadas, monjas adictas al true crime, policías alcoholicas con hijas obesas. 
Me lo da. 

Broncano destapa las prácticas mafiosas de El Hormiguero tratando de boicotear a su competencia. 
Prácticas caducas en una época en la que ya no existen los secretos ni el callar por miedo. 
Es colocar una trampa en el bosque y pisarla antes de irte. 

El plátano pegado con cinta americana a la pared, de Maurizio Cattelan, se vende por seis millones de euros. 
La obra, magnífica, que ridiculizaba el mercado del arte, logra su pleno significado y adquiere su verdadera dimensión al venderse por semejante cifra. 
De eso trata exactamente la obra, de eso versa. 

Me encanta que hayan echado a Manu en GH, aunque hubiese preferido a Lucía en la repesca en lugar de a Ruvens, por romper en añicos la habitación azul, aunque es obvio que Ruvens agita más el avispero. 
Manu está tan anulado por Laura que parece Emmanuelle Seigner en Lunas de hiel cuando se corta el pelo. 
Ojalá esta semana se vaya Laura, que es un bicho bola yendo a la casa con supuesta información de fuera, falsa, para desestabilizar a Violeta. 

Fuimos a ver Wicked al Imax con bien de palomitas de Coca Cola de refill de lima y limón. 
La película de las navidades. 
Fuimos con ganas pero con cierta ceja levantada. 
La película es un clásico. 
Hollywood sacando músculo. 
Las canciones son verdaderos hits, por algo se trata del musical de mayor éxito de Broadway en las últimas décadas, la realización es fastuosa (algo excesiva para mi gusto, incluso un tanto Bollywood), pero la película como artefacto es una bomba y de nuevo, tras Barbie, todo un caballo de Troya woke para la infancia mainstream. 
Ya hemos visto mil veces el contra-retrato de la villana, la reivindicación de la diferencia y del “no todas somos tan buenas ni todas somos tan malas”, pero Wicked revela más capas: cómo el privilegio manipula muchas veces de forma inconsciente, de tan naturalizado que tiene su privilegio, y cómo al privilegio también se le puede hacer abrir los ojos. 
Y Ariana Grande, directamente nacida para el papel. 
Deben nominarla al Oscar. 
Nos gustó tanto que de vuelta a casa, en el coche pusimos las canciones del musical. 
Esperaremos a las navidades que viene para ver el segundo acto final. 

El árbol de Navidad ya está puesto. 
Los asesinos de Samuel en la cárcel.

Monday, November 18, 2024

GROTESQUERÍA

This summary is not available. Please click here to view the post.

Sunday, November 10, 2024

RESTAURAR RECUERDOS

La Universidad de Valencia se ofrece para restaurar álbumes familiares de fotos cubiertas por el lodo de la Dana. 
Restaurar recuerdos. 
Mientras todo el mundo se preocupa por lo urgente, por lo básico, por lo imprescindible, algunas personas le han dado importancia y relevancia a esos objetos que no son vitales para nuestra supervivencia física pero si quizá para la emocional, esas imágenes que reposan en cajones, en álbumes, en marcos, de tu madre, de tu abuela, de esa boda, de esas vacaciones, de gente que ya no está y que solo viven en el recuerdo y en esas fotos de momentos congelados en el tiempo. 
Qué fino hilan algunos. 

No todo va a ser mezquindad y aprovechar el sufrimiento y la indignación colectiva para avivar la rabia y sembrar el odio. 
No todo es Rubén Gisbert, el tiktoker facha, arrodillándose para mancharse de barro y crear ficción entre la desgracia real. 
También hay asociaciones salvando gatitos, gente repartiendo agua y comida sin cámaras delante para presumir de solidaria, como lo hace Paz Padilla, que dice “te quiero” a la gente vaciando el “te quiero” de significado. Como Rosalía, caída en las garras del Chef Jose Andrés, que la utiliza para pillar más foco y ser más viral y más y más. 
Si existe el pecado, quizá ese ese; el de la vanidad sirviéndose de la penuria ajena. 
Es la pornografía de la solidaridad. 

No todo es vileza, no todos son malas noticias. Pese a los bulos de Iker Jimenez y de María Pombo, no hay cadáveres en el parking de Bonaire, tampoco en el túnel de Alfafar. 
Los ánimos estaban en llamas hasta que salió el jefe de la UME explicando, de manera prístina, que en fase 2 de emergencia, que es el que se encuentra Valencia hasta que la Generalitat decida pasar a fase 3, las competencias son autonómicas y es la comunidad la que debe pedir la ayuda al gobierno central. Así de sencillo. 
Ahora ya sabemos que Pedro Sánchez, presidente del gobierno, no dijo “Si quieres ayuda, que la pidan”, como aseguraba Pablo Motos en El Hormiguero. Ahora sabemos que dijo “el gobierno central está listo para ayudar”. 
Palabras parecidas y tan diferentes. 
Cómo puede cambiar todo eliminando ciertas palabras o cambiando las mismas de lugar. 
Siempre ha tenido un nombre: manipulación. 

Descubrir el videoclip de Mazón, que se presentó a Eurovisión con su grupo Marengo, ha sido una fantasía berlangiana de una España entrañable de pandereta y sinvergonzonería. 
Marengo, tan Julio Iglesias, tan de canallita Café Quijano que enamora a las putas y no le cobran. 
Al final Mazón simplemente es un inepto, incapaz para coordinar una comunidad autónoma que le viene grande. Debe dimitir, como pidieron todos los manifestantes que llenaron ayer las calles de Valencia, pero le compadezco y empatizo con él. Al final, todos somos así. A todos nos viene todo grande. Nadie sabe hacer bien su trabajo, todos metemos la pata. A todos nos hubiese pasado lo mismo y nadie habría sabido dar esa alarma a tiempo. 
Este señor estaba ahí fumándose un puro con una amiguita y de pronto se le ha venido encima el marrón del siglo. 
Eso sí, cuando eliminas una Unidad de Emergencia por soberbia, solo porque la montaron otros, corres un riesgo que hay que asumir. 

El silencio en redes sociales es equidistancia. 
El equidistante pretende disfrazar el silencio de inteligencia reflexiva, pero es el silencio del asno. Y el silencio del temor, de la comodidad de mirar hacia otro lado. 
Cuando la vileza vocifera, manipula y normaliza la violencia, el sentido común no puede permanecer de brazos cruzados; tiene el deber de recolocar el discurso. Con sentido del humor, desde luego, con análisis crítico, pero con firmeza. 
Recordad que el silencio y la equidistancia solo beneficia al opresor. 

La navidad tendrá que esperar unos días. 
La navidad empieza cuando tiro las calabazas de Halloween a la basura, pero este año se retrasa por la Dana. 
Este Halloween vinieron los niños del vecindario a hacernos truco o trato. Les abrimos la puerta con máscaras endemoniadas y dimos todos los Snickers y todas las gominolas a los niños más pequeños, que siempre llegan abusones del tamaño de Kiko Rivera a quedarse con todas las chuches. 
Y después nos fuimos a ver Smile 2, que es mejor que la 1, es casi más un remake más que una secuela. Original en su contexto de hacer que la scream queen sea una estrella del pop, efectiva en su recorrido del tren de la bruja, pero algo desmadrada en cuanto al “todo vale”. 
Me pareció bien. 

Amo Halloween en Gran Hermano, este año protagonizado por Maica cayéndose de culo con los sustos, mientras daba arcadas. 
Es maravillosa, tan involuntariamente cómica. 
Le han metido a Tomasso dentro de la casa y ha vivido un desamor del que se ha recompuesto enseguida. 
Va a ganar. 
Me alegra mucho que se haya quedado Daniela, tan naif y lúcida a la vez. Laura no se podía creer que estaba expulsada, pese a su falta de sororidad y a su engreimiento, o precisamente por él. Creía ser la protagonista y ya está fuera de la casa. 
La cara de Ruvens al ver que efectivamente Laura no era protagonista de la edición, fue un poema. 
Ruvens ha empezado a sentir por Oscar, al verse emocionalmente acorralado, ha decidido romper con todo y odiarle. 

Desayunando un croissant recién salido del horno con mermelada de granada y frambuesa con café Lavazza, vimos los resultados de las elecciones USA. Está vez los republicanos no hablaron de fraude electoral porque ganó Trump, holgadamente. 
Finalmente ni Taylor Swift ni Beyoncé pudieron impedir la vuelta de Trump. 
Creemos que las estrellas del pop son diosas porque vivimos en una burbuja protegida por ellas, pero lo cierto es que las estrellas del pop en el mundo real no son nada. 
Melania, siendo por fin la gente espía doble que es, deberá comprar un anillo cofre en un anticuario para, abriéndolo de soslayo, verter veneno sobre el bourbon on the rocks de su marido. 
Eso espero. 

Kamala cometió varios errores más allá de ciertos gestos que no gustaron al votante demócrata (no ser clara con el genocidio de Gaza, hablar de tener el ejército letal más letal del mundo o decir que quería gente republicana en su equipo), entre ellos, no acercarse por el campo de la América profunda, esa América redneck y white trash que se siente abandonada y con la que tan bien conecta Trump a través de sus exabruptos. 
Kamala, siendo progresista, caía mal. Trump, siendo un monstruo, cae bien. 
Es Disney, es El Corte Inglés. 
Un personaje estrambótico que no sabemos de qué será capaz controlando los tres poderes del Estado: el legislativo, el ejecutivo y el judicial. Básicamente puede hacer lo que le venga en gana. 
Las feministas de los US de A ya se huelen que va a prohibir el aborto y han viralizado el movimiento 4B de Corea del Sur contra el machismo; No citas, no follar, no casarse y no tener hijos con ningún hombre. 
Si querían tocar sus cuerpos deberían haber votado por ellas. 
La guerra de sexos no fue en los ochenta; viene ahora. 
¿Ocurrirá un Handmaids Tale? 
Sinceramente creo que no porque las lesbianas lo impedirán. 

Nosotros somos de café espresso de máquina, de café Lavazza y de café Illy, pero por supuesto tenemos la Nespresso y de vez en cuando nos gusta probar los sabores que van sacando, para cafés/postre de sobremesa. 
Son calor de hogar y aferrarse al capitalismo. 
Este Halloween estuvimos tomando el Spice Pumpkin Cake, que era un café que sabía a octubre. Y ahora ya tenemos en casa los nuevos sabores diseñados por Jean Imbert, que prometen saber a navidad: el de sabor a croissant de almendra y el de sabor a cacahuete y sésamo tostado. 
Me los tomo viendo el videopodcast de Armie Hammer, la fantasía caníbal, riéndose de su cancelación para sobrevivir emocionalmente. 
Esta semana ha llevado a su madre, que le deja biblias en el coche y que al verla uno lo entiende todo: una pija dominatrix, controladora y fría como el hielo. 

Pero para videopodcast, el mío, Pijas Marrones, que esta semana ha contado con Paula López Cuervo y con Aitor Goenaga, hablando de todo lo ocurrido en nuestra piel de toro, pero también de El Bar Coyote…

Resulta que yo no había visto El Bar Coyote en su día… 
Sé que es difícil de creer, pero yo era club kid, estaba muy metido en el cine Doré y se me pasó de la cartelera y, finalmente no la alquilé nunca en deuvedé. Pasaron los años y hasta ahora, que le confesé a mi chico, tras topárnosla en Disney+, que no la había visto. 
La pusimos y… yo no sabía que El Bar Coyote era el Burlesque del r´n´b… La protagonista hay un momento que inventa el r´n´b, como si fuese el biopic ce la inventora del r´n´b. 
Toda la película es una incitación a la prostitución Weinstein tremenda. 
La figura del ligue de la prota normaliza el acoso y da a entender que, además, funciona. Hay un momento que el novio se sube a la barra a bailar y sale del armario, pero al bajar vuelve a hacerse el macho de nuevo. 
Una película que es Britney hecha película. 
Una película que no pretende ser gay y que sin embargo lo es. 
Parece escrita y dirigida por ella.

Sunday, November 03, 2024

LO QUE LA DANA DEJÓ AL DESCUBIERTO

La dana ha arrasado con todo, pero ha dejado a la intemperie y en carne viva lo mejor y lo peor del ser humano: el sentido de comunidad, la solidaridad, la virtud, pero también los saqueos, la ponzoña y, por encima de todo, el odio. 
España, las dos Españas, la una y la otra, han quedado expuestas. 
Todo se politiza, dicen… Sí, pero es que todo es política. Y más aquí.
Os hago un breve resumen:

El PP de Mazón, la Generalitat, suprime el año pasado nada más y nada menos que la Unidad de Emergencias de Valencia especializada en catástrofes, mientras dedica 17 millones de euros a la tauromaquia.
Bien. 
15 horas antes de los desastres, la gente ya estaba avisándose por redes sociales del peligro y en Valencia aún no había alerta alguna. 
Y el PP, para quitarse el muerto de encima, empieza a culpar, como siempre, a Pedro Sánchez. 

El miércoles pasado, sólo El País tenía la Dana en portada, en los periódicos de derechas las portada era Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez. 

El jueves, la derecha empieza a pasarle la pelota al gobierno diciendo que era el presidente el que tenía que haber dado el Estado de Alarma, cuando el Estado de Alarma de algo que está ocurriendo en un determinado punto de España y no en su totalidad lo da, por competencia, cada comunidad autónoma. 
Si la llega a dar Pedro Sánchez ese día, el PP hubiese dicho que Pedro Sánchez era un dictador dando un golpe de Estado. 

El PP, los de bajar los impuestos, reclamando más ejército, más policías, más ambulancias y más médicos… públicos. 
Y los medios de la fachosfera y las redes logran la manipulación de darle la vuelta a la tortilla para que le culpable sea Pedro Sánchez y que parezca que Mazón, el pobrecito, no se enteraba de nada. 
¿Qué debía hacer Pedro Sánchez? ¿Llevar 500 soldados o llevar 2000? ¿Cómo sabe cuántos tiene que llevar? ¿3000 u 8000? ¿Alguien, de la Generalitat, le puede decir algo? 

Tras la falsa alarma de tormenta torrencial que llegó a los móviles de Madrid el año pasado, con el famoso pitido, Juan Manuel López Zafra, director de economía de la Comunidad de Madrid, escribió en Twitter que se trataba de una alarma que era una “intolerable e inaceptable intromisión del Estado” y Vox propuso que estas alarmas solo llegasen a los móviles de quienes lo hayan pedido. 
No hubo alarma porque esas alarmas son cosas de la izquierda, estupideces de progres. 

Sigo. El viernes, Amancio Ortega dona 4 millones de euros por la Dana, después de haber esquivado 600 millones de euros en impuestos con ingeniería fiscal. Al día siguiente, el Ayuntamiento de Valencia lleva autobuses de voluntarios al centro comercial de Bonaire a limpiar un Zara. 
Los voluntarios se niegan a hacerlo pues han ido para ayudar a la gente, no a Amancio Ortega. 

Un día después llega el chef José Andrés, hambriento de foco. 
Ha habido muchos chefs llevando comida, pero no han llamado a la prensa, como hace el chef de las desgracias. 
Ese mismo sábado, ayer, Juan Roig se acerca por un Mercadona. Unos chicos le recriminan, sin violencia alguna, el que haya permitido que se hiciesen repartos de Mercadona el mismo martes de la tormenta, con trabajadores de su empresa teniendo que ser rescatados de los torrentes.
Y Roig contesta a estos chicos llamándoles gilipollas, gritándoles “una mierda” y echándoles del supermercado. 

Hoy domingo, llegan los Reyes y el presidente del gobierno a Paiporta. 
No deberían haber ido. 
El ambiente estaba caldeado. 
Lo estaba por diversos motivos; por lo sucedido y también por el odio esparcido. 
Lanzan barro a los reyes. Se exponían a ello. Es lo que ocurre cuando el privilegio se asoma al barro; que puede acabar con él en la cara. Es lícito. Es lo que ocurre cuando vas a hacerte la fotito. 
Al presidente del gobierno le agreden con una pala en la espalda. Lo hace un chico que ha sido detenido y que pertenecía a un grupo de extrema derecha. 
Cuando a Rajoy le saltaron las gafas de un golpe, la izquierda en bloque condenó la agresión. 
En cambio la derecha no condena la agresión a Sánchez: se jacta de ella. 
Y es que no, no todos los políticos son iguales y no es lo mismo la derecha que la izquierda. 
Ay, derechas, izquierdas, izquierdas y derechas, ¿cómo no politizar las tragedias cuando todo es política? 
Absolutamente todo, desde el porqué se producen, hasta cómo se solucionan y todo lo que hay alrededor. 
Todo lo que nos rodea.

Me escribe gente de Valencia, gente que ha perdido a familiares. 
Qué puedo decir.
Nada puedo decir.