Una niña y un burrito.
De entre los escombros de la miseria moral.
Entre reels de lipsyncs de Dame un grrr, memes con el Jet2 Holidays de fondo, incendios provocados, el nuevo disco de Taylor Swift, qué es ser una showgirl y qué no, paradisíacos parajes veraniego y memes con reflexiones lapidarias, aparece una niña un burrito. De pronto.
Una niña palestina, descalza, escuálida, entre las ruinas de la ética del mundo, dando su ración diaria de leche a un burrito recién nacido.
La niña encontró a ese burrito y ese burrito encontró a esa niña.
Lo demás no importa.
No sé cuánto tiempo podrán seguir juntos. Tal vez no lo estén ya. Quizá la niña haya muerto, posiblemente el burrito. Pero ocurrió, se encontraron, se dieron calor entre el horror ajeno convertido en propio.
Quiero pensar que siguen juntos, que siempre estarán juntos.
Qué vidas.
Venir al mundo, nacer para esto.
Pues sí; hay gente que nace para muchísimos menos. Qué vidas al insignificantes para el odio y la guerra y sin embargo qué relevantes, iluminando la muerte, avergonzando al mundo.
Si alguien podía parar una guerra, era una niña con su burrito.
Subo de la pisci, fresquito, un tabulé, siesta con el aire y Sandman.
Sandman ha sido una serie maravillosa e inevitablemente decepcionante para los que somos fans de los comics de Neil Gaiman.
La cancelación del su autor y de su serie ha dejado muchas historias en el limbo de lo que pudo ser y no fue y una extraña sensación de premura por acabar lo antes posible con el animal moribundo.
Al menos se ha roto el hielo para una futura, muy futura, adaptación.
Salivo al ver al Arzobispo de Tarragona decir, sobre Santiago Abascal, que un xenófobo no puede ser un verdadero cristiano.
Bravo.
Una verdadera showgirl es estar de vuelta emocional y, a la vez, volver a caer en todas las trampas.
Tablas en la vida, cabaret, aroma a laca, cañón de luz, sacerdotisa del fracaso, el brillo como oficio.
Todo lo contrario a Taylor Swift.
Se estrenó Alien Earth, la serie de Alien, en Disney+.
La serie del verano junto con Too Much.
No vi la serie Fargo. Me dijeron que es una serie increíble. Su showrunner, Noah Hawley es el creador de este Alien Earth. Aquí ha hecho una serie fiel al canon y al lore de Ridley Scott, muy bien equilibrada entre momentos de inquietante terror sci-fi y acción vibrante y critica social hacia las oligarquías tecnológicas.
Lo mejor que se ha hecho de Alien después de Alien el octavo pasajero, Alien Romulus y Prometheus.
Muy por encima ya no solo de Alien Resurrection y de Alien 3, sino de Aliens El Regreso.
He visto tres capítulos, los que hay disponibles, y los tres están muy arriba en espectáculo y exigencia.
Así da gusto que Disney explote gallinas de huevos de oro.
Y hablando de Alien. Anuncian una posible amenaza aliénigena en noviembre.
Una nave extraña no identificada se acerca a la Tierra.
Tal vez sea el momento y la oportunidad única y final para que la humaniza se una.
Vimos Materialistas.
Realmente sorprendente.
Creí que íbamos a ver una ligera y refrescante comedia romántica neoyorquina , y me apetecía que así fuese, pero Celine Song decide ir más allá, darle la vuelta al tópico, tratando de reinventar el género y creando un nuevo clásico del cine, nada menos.
El Armas de mujer de los años 20.
Un elegante y ácido retrato del amor mercantilista, un afilado discurso sobre la construcción de la autoestima.
Muy cruda.
Tengo dudas acerca de si el final está a la altura de la complejidad reflexiva de su desarrollo, pero el final contrario también me hubiese hecho desear este.
Una película única.
Terence Stamp. Verdadero glamour.
Cualquier película que contase con su presencia, ya fuese una serie Z de videoclub, inmediatamente pasaba a tener clase.
En mi niñez fue ese villano fagota turbador venido del espacio exterior en Superman. En mi adolescencia fue la drag queen veterana curtida en mil batallas de Priscilla reina del desierto. Poco después abrió las puertas de mi cinefilia siendo el objeto de locura y deseo en Teorema de Pasolini.
Homme fatale.
Aquí en España le dirigió Pilar Miró en la estupenda Beltenebros.
Es curioso porque sin haber trabajo con ellos, asocio su rostro al cine de Lynch, de Cronenberg, de Polanski, de Brian De Palma.
Estos directores nunca le llamaron pero su cine ansiaba a Stamp.
Debieron haber escuchado a su cine a tiempo.
Siempre hay canción del verano.
Aunque creas, impaciente, que ese año no habrá, siempre llega, de manera inesperada y abrupta.
Este verano es Dame un Grrr.
Antes Los 40 Principales decidían cuál era la canción del verano. Ahora lo decide TikTok. Y Belén Esteban. Si ella se hace una coreografía con una canción en agosto, esa es la canción del verano.
La canción del verano no tiene porqué gustarnos, al revés; de primeras debe parecernos grosera, ordinaria, chabacana.
No puede ser una canción indie fagota del Primavera Sound. Tiene que ser chiringuito, coches de choque y follar borracha.
Debemos encontrar su poesía, porque la tiene.
La cuña de Jet2 Holidays es, junto con Dame un Grrr, la canción del verano 2025. Nunca antes una breve cuña había logrado ser canción del verano gracias a los reels.
Jet2 Holidays resume en pocos segundos la chispeante chabacanería de las vacaciones, el cutrerío veraniego, el ridículo inesperado, el qué puede salir mal y la sal de la vida.
Jet2 Holidays es el Ibiza Final Boss, la portada del Lecturas de Terelu, Sister Hong, Liam y Pamela, un Labubu en la tumba de Karl Marx.
Sirenas en Netflix. La vi no por Julianne Moore sino por mi actriz favorita de la segunda temporada de The White Lotus: Meghann Fahy.
Sirenas funciona como divertido mini culebrón soap opera fresquito veraniego, pero también pretende ser una ácida sátira sobre las clases privilegiadas y ahí pincha pues le falta el ingenio analítico de Mike White, acercándose más a esas series horribles de Nicole Kidman cargadas de tópicos superfluos.
Fotos de ventanillas de avión. Es muy tierno porque grita a los cuatro vientos “Atención, mi sufrimiento laboral me ha permitido pagarme un billete a las seis de la mañana de Ryanair, que veáis todos cómo escapo de la rutina, me voy de viaje y viajo para hacer la cola de la foto con la Fontana di Trevi”.
El reboot de Buffy, dudas, interrogantes.
Buffy es, junto con Twin Peaks, V y A dos metros bajo tierra, una de mis series favoritas de todos los tiempos.
Por un lado nunca me fío de los reboots, por otro lado siempre tengo esperanza. De entrada me da curiosidad ver qué hace Chloe Zhao con este material. Amo Eternals y amo sobre todo The Rider.
El reparto nuevo adolescente me da pereza. Ojalá veamos a Xander siendo un homeless, a Spike hecho por ordenador, a Cordelia siendo una actriz de Hollywood que ha ganado un Oscar, a Willow como una hackers de IA.
Veremos.
Las fiestas de La Paloma en Madrid, San Cayetano, la calle Calatrava. Es un plan de lo más vivaz y jocoso si estás por Madrid en agosto.
Además, cada año que pasa son más gays, con esa calle Calatrava que es una sucursal de Chueca en La Latina.
Esos mantones de fachada en fachada.
También os diré que estéticamente tienen algo que me tira para atrás: esas camisas hawaianas de hetero de artes escénicas que va a conciertos de Ojete Calor, esas sandalias de cuero de meter el dedo, con los pies negros, como de diseñador gráfico que no se lava bien la polla.
Los minis de plástico, tan normativos, tan de beber porque si no "a ver qué hacemos".
Todo con un tufillo a Rigoberta Bandini.
Pero bueno, el espíritu castizo de la verbena está por encima de todas esas vulgaridades.
Veo que Almodóvar ha finalizado el rodaje de Amarga Navidad, vago título para una película de aspecto intimista protagonizado por Aitana Sánchez-Gijón (que estuvo estupenda en Madres Paralelas), Milena Smit, Rossy De Palma, Leonardo Sbaraglia (cada día que pasa más guapo y mejor actor), la siempre magnética Bárbara Lennie, Vicky Luengo, la magnífica Gloria Muñoz y los guapérrimos Quim Gutierrez y Patrick Criado.
También sale Carmen Machi. Ojalá hubiese sido Isabel Ordáz.
En el reparto hecho en falta a Ana Rujas.
Veo un delirante clip, en redes, con Sonsoles haciendo Grease.
Siendo anti-Atresmierda, anti la tele triste fascista, me ha encantado esa promo. Con Ana Obregón, María del Monte.
Muy trash y muy español.
Me ha recordado a esas grandes campañas veraniegas corporativas que hacían las cadenas en los 90 con los grandes rostros del canal. También las hacían en navidad.
Es pura televisión, todo lo contrario a las plataformas.
Es España.
Si votáis a partidos neoliberales que planean bajar impuestos, no habrá dinero para pagar a los bomberos que apaguen vuestros incendios.