No quisiera darle a este blog una importancia de la que, obviamente, cerece. Ni yo soy importante, ni este blog lo es, ni ALEX DE LA NUEZ lo es, ni muchísimo menos su polla. Pero siempre habrá quién quiera dar peso e importancia a cosas que no la tienen.
Cuando abrí este blog lo hice con la sana intención de contar las cosas que me ocurrían con humor y de forma ligera, riéndome de la gente que cree ser importante sin serlo, de las situaciones surrealistas en las uno se ve inmerso de repente, etc... Espero que todos seaís lo suficientemente inteligentes como para entenderlo así, porque este es el único modo en el que hay que entender estas líneas. Lo último que pretendo es herir a gente a la que aprecio.
Esta mañana me ha llamado FÁTIMA EIRAS indignadísima por lo siguiente:
- Porque hablé de ella con nombres y apellidos y de su vida privada sin tener permiso para ello.
- Porque ella JAMÁS ha estado con Álex de la Nuez. FÁTIMA EIRAS y ÁLEX DE LA NUEZ son dos personas que nunca han tenido contacto a este nivel. Todo fué un equívoco por mi parte.
- Porque hacer esto que hice supone "mentir y difamar".
Fátima me exigió que desmintiera este "asunto", y así hago.
Nunca creí que se iba a enfadar tanto, la verdad, sobre todo teniendo en cuenta que ese comentario tonto que hice fue sin maldad, y ella lo sabe. Me duele que Fátima se moleste por esta nimiedad sabiendo que, en su día, supuso un soporte afectivo muy importante para mí en un momento muy delicado de mi vida y, sobre todo, sabiendo el cariño que la tengo.
En mi conversación telefónica con Fátima (que más que una conversación fue un monólogo por su parte) llegó a hacer algún que otro juicio moral para el que no sé si está muy cualificada, en cualquier caso dos cosas sí que son ciertas; que todo esto es una tontería sin importancia y que el sentido del humor y el saber reirse de uno mismo son cosas que lamentablemente no abundan.
