Marian Rojas Estapé, la opusiana de la autoayuda barata, ¿se hará dedos, o se meterá un crucifijo, pensando en que se la folla Monedero o una trans con monster cock? Que se la folla Karla Sofía Gascón.
La personita vitamina, ese desesperado intento moralista de perfección, es tan White Lotus.
Qué gusto que cada lunes haya The White Lotus, el laberinto humano, en plena descomposición del privilegio contemporáneo.
Ser voyeur.
Bajo la calle, para comprar arena para los gatos, y una ráfaga de aire a mi favor vuela mi flequillo y me siento con en un spot de Rexona. Me siento dinámico.
Las elecciones alemanas.
A ver, que me importa bien poco lo que ocurra en Alemania, pero al final, todo lo que ocurra en Europa hace efecto onda. O puede hacerlo.
Pensé en mi adorado Fassbinder.
En el país del nazismo, hoy por hoy no es tan fiero el león de la extrema derecha como la pintan.
Tampoco hay que subestimarle. Pero los jóvenes entre 18 y 24 años son de izquierdas. Las mujeres también. Los hombres, no obstante, son fachas.
Ser facha es de macho, de tener cojones.
La izquierda necesita un macho, un Topuria sexy de clase obrera.
¿O tal vez no?
Quizá el macho solo sea necesario como fetiche.
Tal vez choque el meteorito. En el 32.
Las probabilidades suben y bajan, como las cotizaciones en bolsa.
Si fuese a colisionar, ¿nos lo dirían?
Fin del mundo.
Melancholia, Armageddon, Don´t look up, Deep Impact, La noche del cometa.
Catastrofismo, post-apocalipsis, liberación.
¿Tenemos papel higiénico?
Que nos pille en una rave. ¿Cae en fin de semana? Como cantaba Chico y Chica: “Mucho decir “qué guay” pero al final ya has visto”.
El portero de mi casa es demasiado simpático. Siempre sonriendo. Casi es como un personaje de Mulholland Drive.
Quedamos para tomarnos el aperitivo con Reyes.
Me encanta quedar para tomar el aperitivo.
Me recuerda a mis padres, al Bacarrá, a Mila, a Jimmy Gimenez Arnau. Pero yo no bebo alcohol.
Yo no me voy de “cañitas”. Nunca me he tomado una cañita. Me parece vulgar, normativo, y una ordinariez.
No soy un personaje de una película de Daniel Sánchez Arévalo.
No soy esa clase de persona.
Las cañitas son para Ángel Martín, Rigoberta Bandini, Torrente, James Rhodes, Jordi Évole y Vicky Martín Berrocal.
Lydia Lozano se hace un lío y a una chica transexual la llama chica “transgénica”.
Musa.
La España de las señoras católicas tolerantes, que rezan a sus santos pero a las que les gusta un travesti y que admiran que la gente sea moderna.
Cotilleo y Nescafé.
Las viudas que renacen cuando muere su marido.
Estar a régimen.
La Princesa Leonor de fiesta en Brasil.
Princesa por sorpresa. Samba. Sudor y fuego.
Tan fiestera como el putero de su abuelo.
Hace muy bien.
Sale con un chico fachita, muy mono, pero yo prefiero que sea lesbiana y que se líe en la princesa de Holanda.
Uniendo reinos.
Habíamos quedado para ir a casa de Vero y Popote.
Fuimos a CostCo y pillamos unos burritos pastor.
Ahora, cuando se queda con amigos, siempre se habla de Trump, del hijo de Elon Musk diciéndole a Trump que se calle, que no es realmente el presidente, de Milei con las criptomonedas…
Hunter Schaffer, la trans de Euphoria ex novia de Rosalía que va a ser una X-Men, ha recibido su nuevo pasaporte donde pone que es un hombre.
Lleva años conseguir derechos, pero se pierden en pocos minutos.
Con una firma.
Echando el moco viendo en Ni que fuéramos a Escaleto hablando de su cáncer.
La infinita ternura y la honesta amabilidad de este chico con cara de geek nerd y cuerpo para el pecado, con el que tantas tardes hemos pasado viendo Sálvame.
La España marica le quiere como a un hermano, como a una amiga.
Luigi Mangione, como una aparición divina.
La fuerza arrebatadora de la belleza y de la justicia.
Esta vez de verde. Con los zapatos mocasines engrilletados con las esposas por los tobillos.
Fuera, la GenZ se manifiesta por él.
Lo más cerca que estamos y que estaremos jamás de una verdadera santidad.
La mecha ya se ha encendido.
Eat the rich.
Hacía décadas que unos Oscars no estaban tan emocionantes.
Amenábar e Isabella Rossellini han declarado que han votado a Karla Sofía Gascón y esta se ha animado y ha dicho que va a acudir a la gala.
Ojo, que se lo dan. Aunque espero que se lo den a Demi.
La vueltas del show business.
Vueltas de campana.
El juego de Hollywood de Robert Altman.
Y tampoco está todo claro del todo con Adrien Brody, tras Chalamet ganando el Screen Actors.
Estaré esa noche en vela.
Se lo debo a Hollywood.