Semana Santa. Jesucristo era maricón. Bueno, era bi, era la B del LGTBIQ+, pero en realidad era todas las letras porque Jesucristo lo es todo, por encima de todas las cosas. Pero era bi, de comerle las tetas a María Magdalena y de ponerle el culo a San Juan, muy de estar rodeado de sus 12 apóstoles, muy de idealizar a mamá, de cubrirla de mantos.
La Semana Santa es de los maricones, que somos los que hemos imaginado esos bordados, esos oropeles y esas imágenes de la pasión.
Los heteros son los que las sostienen en vilo, bajo la lluvia siempre, porque Cristo es humilde y hace que diluvie porque no quiere que salgan las procesiones bañadas en dorados.
Este 14 de Mayo, Pijas Marrones Live en el Palacio de la Prensa de Callao, en Madrid.
Especial San Isidro.
Que no os dejen sin vuestras entradas. Las tenéis en la web del Palacio de la Prensa.
Tan pichis.
Comiendo torrijas bien empapadas viendo como lanzaban a Katy Perry al lado de cuatro memas al espacio.
Debe ser malísimo para la piel.
Ese ridículo lanzamiento es la risa desesperada del capitalismo bailando solo, intentando que no termine la fiesta. Katy Perry, no sé si es ingenua o se lo hace, pero más ingenuo por nuestra parte es pedirla que renuncie a esa atracción/privilegio que se le otorga o incluso que sea consecuente con sus discursos de obviedades ecologistas mientras sale disparada en un cohete ultra contaminante propiedad de un milmillonario que no para de destruir el planeta con Amazon.
El problema es mucho más profundo y está mucho más arriba que la cantante de Sueño adolescente o Besé a la chica.
Ella tan solo es un meme.
Vivo en un desamparado impass entre que ya no hay Ni que fuéramos y que todavía no ha empezado La Familia de la tele, que me tiene en un sin vivir por las tardes.
Menos mal que está ya la cuarta de Hacks, con la divina Jean Smart.
Hacks es la resurrección de la alta comedia clásica de Hollywood. Es Howard Hawks, es Cukor, es Sturges.
Durante este paréntesis, iluso de mi, me puse una especie de True Detective a la española con Maribel Verdú que subieron a HBO Max, Cuando nadie nos ve. Un intento cañí de serie nórdica que se desinfla rápido.
Olvidé lo mala actriz que era Maribel Verdú, la actriz de Canguros.
Viéndola en esta serie se entiende que jamás la llamase Almodóvar.
En la serie todos están fatal salvo un miembro del reparto: Oscar Higares, que para colmo no es actor, sino torero. Bueno, pues está magnífico haciendo de alcalde del PP.
El que mejor.
Empezó la segunda temporada de The Last of us, que mi chico es super fan de los juegos de la Play. A mi me parece un The Walking Dead más, pese a los capítulos especiales, en la primera temporada, de los maricones y las bolleras.
La verdad es que es una serie que me da igual y que no me engancha, pero la veré con mi chico los lunes, por aquello del ritual.
Y por supuesto veré La familia de la tele pese a Inés Hernand y Bob Pop.
Vi en reels a la hija de trans top model de 16 años de Naomi Watts.
Divina.
Lo que hace el privilegio… Esta chica jamás correrá la suerte de Sara.
Eso sí, no se libra, desgraciadamente, de ser un hombre para UK.
Desayunando en el Natif de Alonso Martínez, antes Olivia Te Cuida, con mi chico, este me enseñó la noticia según la cual el Tribunal Supremo del Reino Unido limita la definición legal de mujer al sexo biológico.
Acto seguido, J.K. Rowling, que es Voldemort, la terfa suprema, sube una foto fumando un puro y diciendo que es una maravilla cuando los planes salen bien, etiquetando a la corte suprema de UK.
Y esa siniestra foto de esas mujeres catetas saliendo de la Corte y celebrando que han pisoteado los derechos humanos de otras personas.
Cómo debe de podrida puede tener el alma una persona cuyo objetivo en la vida es marginar a otros seres humanos.
No puede haber debate trans.
La identidad de las personas y la libertad de las personas no puede ser un debate.
Ese debate es fascismo.
La gente trans siempre ha existido y siempre existirá por encima de leyes.
Que le den por culo a la Corte Suprema.
En Natif nos pedimos unos cafés, una fresquita tostada con tomate y un delicioso croiss monsieur, comentando que Úrsula Von der Leyen aka Úrsula Bomber Leyen (por el rearme de Europa) ha enviado a Pedro Sánchez a China a seducir a Xi Jinping, porque resulta que Xi Jinping adora a Perro Sánchez, como todo el mundo en Europa, sobre todo Macron.
Y ahí que ha ido PDRO SNCHZ para asegurarnos un futuro por si Trump se vuelve loca con los aranceles, que no os preocupéis, pues Tim Cook Apple no le va a dejar.
El caso es que es maravilloso ver como Pedro Sánchez se convierte en un político clave, de enorme relevancia, en el presente estratégico de Europa, mientras aquí la cayetanas ignorantes le gritan “que te vote Chapote”.
Ahí, en Natif, rodeados de pijas color beige, tan tristes como los colores que llevaban y de pijos latinoamericanos enamorados de Madrid y dispuestos a gentrificarlo aún más.
Nos acercamos por la Fundación Mapfre del Paseo de Recoletos, el paseo del Café del Espejo y del legendario Café Gijón, para ver la expo de las sensuales, íntimas y enigmáticas fotos de Sakiko Nomura.
Nos encantó ver a una fotógrafa cosificando el cuerpo masculino.
Y arriba visitamos 1924: Otros surrealismos, comisariada por mi adorada Estrella de Diego y que tiene piezas de Magritte, de Dalí, pero centrándose mucho en pintoras mujeres silenciadas como Remedios Varo o Dorothea Tanning y que, las cosas como son, resultan como ilustradoras de cartas para el Dixit.
Al final uno las compara con Dalí, con su depuradísima técnica y con su escalofriante capacidad para recrear universos de pesadilla y no salen las cuentas.
Algo tiene el agua cuando la bendicen.
La exposición estaba llena de jubilados, de señoras funcionarias con los pelos de colores, caobas, morados y azules, vestidas de Natura, y de gente con diversidad cognitiva vestida con ropa de Humana, es decir, vestida modernísima.
Subiendo por Almirante, antes calle de chaperos y ahora calle de boutiques y esteticienes pijas socialistas caviar, le comenté a mi chico que Elton John y Madonna habían hecho las paces porque la vejez las había reblandecido el corazón y la autoestima.
Ahora están tiernas, flojas de remos, y se hacen una foto juntas.
En pleno apogeo de éxito sin igual ni se hubiesen mirado a la cara.
Fuimos a hacia Gran Vía por Hortaleza, que ahora es un centro comercial al aire libre, como Las Rozas Village pero con casas que son de verdad en lugar de atrezzo.
Aunque, bueno, no son de verdad, son airbnbs.
Al llegar a casa nos pusimos Species, la película esa con magia de coca de una alienígena tía buena ninfómana que solo piensa en follar con gente que va hasta el culo de farlopa.
Una joya del despropósito, del director de Cocktail.
Mientras veíamos Species, todas las fagotas de Madrid buscaban en Grindr a los chulos de Núcleo Nacional.