Tuesday, August 20, 2024

DEMURE

El verano es Brat, pero el otoño será Demure. 
Very demure, very mindful. 
Jools Lebron ha rescatado, descubierto y reinventado el adjetivo y lo ha puesto sobre a la palestra de las redes sociales. Ser brat es ser una pícara y ser demure es ser una chica fina. Pero lo brat y lo demure, al ser estados del espíritu, están por encima de estaciones, de veranos y otoños. Se es brat o no se es tanto en invierno como en primavera. Se es demure o no se es en verano y otoño. Y lo más importante; se puede ser brat y ser demure al mismo tiempo. No es incompatible. Se puede ambas cosas, una o ninguna. 
Hay personajes que no son brat y que tampoco son demure, como, por ejemplo, Carrie Bradshaw. En cambio, Troye Sivan es demure y es brat al mismo tiempo. 

¿Qué es demure y qué no lo es...? Al igual que con el bratismo, no ser demure no es nada negativo. Me gustan muchas cosas que no son demure. 
Shun de The Boyfriend es demure. El termo Stanley es demure, al igual que Sydney Sweeney, Celine Dion, la restauración de la ermita del Mirón, David Lynch, Bibiana Fernández, Letizia Ortiz, Taylor Swift, Julianne Moore, Sabrina Carpenter, Pedro Sánchez, Shannen Doherty, Escassi y Julian Assange son demure. 
Unos me gustan más que otros, pero todes elles son demure. 
Carlos Ferrando, Alien Romulus, Imane Khelif, Zac Efron, Ryngu o Víctor Sandoval, me encantan pero no son demure. 
Pero, por ejemplo, Esther Expósito es demure y no me gusta nada. 

Maite Galdeano es brat, pero no es demure. Ni falta que le hace. Sofía Suescun, su hija, es demure pero también es brat. Este verano estoy muy preocupado porque Sofía ha echado a su Maite de casa y la intérprete de “Los papeles del camión”, madre tóxica donde las haya, lo está pasando muy mal porque no puede estar separada de su hija. Culpa a Kiko Hernández (que es verdadera nueva masculinidad) del distanciamiento de su hija, incapaz de aceptar que esta tenga una pareja con la que necesite intimidad.
Sofía ha declarado que va a mirar su salud mental y por su tranquilidad. 
Romper con la madre. 
Alien. 

 Mi chico y yo, dando un paseo, pasamos por delante de un quiosco de helados Frigo y entonces Jaime me propuso un juego: Acertar los tres helados que me pediría de toda la carta y el orden de los tres en caso de no tener el primero. Miré la carta de helados, me lo pensé un poco, aunque no tuve mucho que pensar: el Cornetto de Nocilla, si no queda, el Magnum doble chocolate y si este tampoco está, el Cornetto XXL de chocolate. 
Dije “ya” y mi chico dijo “este, este y este” y por su orden. 
Me conoce como si me hubiese parido. 
Qué tranquilidad saber que si le dijo que baje a por un helado, me trae el que quiero. 

 Ha fallecido Alain Delon. 
Todo el mundo con que “menudo veranito llevamos”, pero es que es normal que la gente vieja se muera. Es ley de vida. 
Mira que era facha el cabrón de Alain Delon, pero qué gran mito del cine. Poseedor de una malévola belleza de la que se percibía que convenía mantenerse alejado, de ahí el inmenso magnetismo que irradiaba. 
Era un actor máscara, una estrella. Su seguridad en el totém de su rostro le permitió no necesitar gesticular, simplemente “estar”. 
Su belleza duró poco. Rápidamente, el alcohol, el tabaco y los excesos propios de la segunda mitad del siglo XX convirtieron esa imagen de amor de verano golfo que te rompe el corazón, en la de un putero de pub. 
Fue el mejor Ripley en A pleno sol, estupendo en El Gatopardo, en El Eclipse de Antonioni, al lado de Mónica Vitti, que era clavadita a mi madre. Particularmente simpático en La Piscina, al lado de mi adorada Romy Schneider, pero donde realmente Delon está inolvidable es en Rocco y sus hermanos, donde Visconti logró sacar al grandísimo actor que este icono llevaba dentro. 

 Nueva canción del verano en los cascos yendo a entrenar, el temazo de Lisa, que no sabía quién puñetas era esta niña, con nuestra Rosalía de los peines: New Woman. 
La canción suena contemporánea y GenZ, es una bratada. Lo de ahora. 
Lisa es demure y Rosalía es brat, aunque cuando más brat ha sido Rosalía ha sido, sin duda, cuando la tiraron del casting de Tú sí que vales. 
El videoclip de la canción de marras es una joya. Un video sin unidad interior, pero saturado de momentos que lo convierten en un auténtico festín de perrerío fino. 
Con esta unión de Rosalía con Lisa es evidente que nuestra tonadillera pretende hacer las conquistas del lejano oriente. 
Lo conseguirá. 

 Bodas de revista de piscina, de peluquería, papel cuché. Pasar las hojas chupándose el dedo corazón. La boda de Raquel Mosquera, que vestida de novia parece Divine, absoluta reina trash, y la boda del lúgubre Antonio Rossi (fagota PP, pero bien que si se ha podido casar ha sido gracias a Zapatero) con un chico monísimo, de inocente y pura sonrisa. 
Los invitados a la boda, todos vestidos como con las sobras de los burros de las estilistas de los pasillos de Mediaset. Telajes con brilli-brilli de boutique marbellí. 
Entre los invitados había gente muy cutre, en plan la tránsfoba Sonia Ferrer o el fiera Dan Brown de Cristian Gálvez, pero también verdaderas fantasías trash de la altura de Cristina Tárrega, Paloma García Pelayo (que es demure), Belén Rodríguez o Marta López, que jamás defraudan. 

 Fresquitos con el aire acondicionado y sandía nos pusimos Slaxx, en Filmin, una película sobre unos pantalones vaqueros asesinos que prometía estar graciosa, pero era tan mala que la tuvimos que quitar a los diez minutos. 
Nos dimos una vuelta por Netflix, para ver qué había, y anunciaban que pronto quitaban Muerte Muerte Muerte, aka Bodies Bodies Bodies. Nos la pusimos y, lo que parecía una Euphoriada, resultó ser una obra maestra. Una especie de Agatha Christie ravera GenZ. Una película muy Brat summer, cero demure. Comedia slasher generacional. 
La película arranca dudosa y dubitativa, pero enseguida coge el volante, elevando la película a lo alto, sin freno. 
El reparto es fabuloso: Maria Bakalova, que me maravilló en Borat 2, aquí en un registro dramático completamente opuesto y bordándolo. Myhala cada vez mejor, con lo estupenda que está en Industry y en Dejar del mundo atrás. Chase Sue Wonders, de Genera+ion (que pena que cancelasen esta serie tan increíble), Rachel Sennott muy graciosa (a la que vi hace poco en una película horrible, Bottoms), Lee Pace ya mayorcito pero mono (Pushing Daisies, The Fall) y la gran sorpresa que es ver a Pete Davidson, ex de Kim Kardashian y de Ariana Grande, con trastorno límite de la personalidad y, presumiblemente, monster cock. 

 Ya ha salido el teaser de La habitación de al lado, la nueva película de Almodóvar, nuestra segunda madre. Con reportajón de Tilda y la Moore juntas en el Vogue incluido. 
El teaser es cine con mayúsculas, recuerda a Antonioni y a Bergman. Sabe a buen melodrama europeo. En apenas un minuto ya se aprecia que las dos divas van a estar espectaculares. Y el gran espectáculo que es hoy en día Almodóvar; si hace décadas eran sus diálogos, ahora son sus encuadres y su dirección de arte. Ver qué muebles, que localizaciones y qué estilismos van a rodear a sus actrices. 
Tan solo una única cosa me ha chirriado: las barandillas de cristal. Tan paletas, tan de casa de futbolista del Real Madrid. Impropio de Almodóvar, que debería usar siempre barandillas metálicas en sus películas, pintadas de color. 
Y el reportaje del Vogue. Lo mejor: Julianne Moore confesando que durante el rodaje de la película y su estancia en el barrio de Salamanca, cada día bajaba a El Corte Inglés y la encantaba, hasta el punto de decirse a si misma que no era necesario que fuese cada día. 
Espero que El Corte Inglés esté espabilado y la proponga el próximo anuncio de Las Rebajas.