Friday, September 06, 2024

SOMBRA AZUL

Esa sombra azul de ojos. 
Sombra protectora de inadaptados e incomprendidos, sombra azul como máscara de superheroína, ocultando su verdadera identidad, que a la vez es su propia máscara. La verdadera personalidad de Selina Kyle, ¿es la de Selina Kyle o es la de Catwoman? 
Mónica del Raval fue un icono liberador, cálido y callejero, un escudo contra el convencionalismo social. Una mujer que era un símbolo. Representaba algo que todos llevamos dentro y que reprimimos para encajar y ser aceptados por el sistema. 
Era portadora de lo primigenio. 

Teníamos mesa en El Estanyo, la mejor fideua de Denia. Siempre pedimos fuera en la terraza. El restaurante es como de padre. Lo han reformado recientemente, dándole un toque urbano amaderado boomer. Antes de la fideua siempre nos pedimos una ensalada fresquita de tomate y ventresca. Por supuesto sin lechuga. Pan con ali-oli y después llega el escándalo de esa sabrosa fideua con ese intenso sabor a marisco, con su socarrat. 
Mi chico y yo nunca nos servimos en el plato; la comemos directamente de la paella. 
De quedarse bizcos. 
Comentando las películas que se estaban estrenando en el Festival de Venecia… 

Anjelina Jolie llorando mientras la aplaudían por interpretar a María Callas en la última película de Pablo Larraín, ha ablandado mi corazón. 
Ojalá la den el Oscar. 
Parece ser que Joker Folie a Deux, con Phoenix y Lady Gaga, confirma el globo inflado de la perimera película, que siempre sostuve que tan solo se trataba de una exploit de Taxi Driver. Parece ser que esta segunda parte llega directamente hueca y desactivada. 
Clooney derrochando glamour del Hollywood dorado en la alfombra roja. 
Luca Guadagnino presentó Queer, con Daniel Craig, basado en la autodestructiva y hedonista crónica de William S. Burroughs. A mi es que Luca Guadagnino… solo me ha gustado en Yo soy el amor y We are who we are. Cegados por el sol y Suspiria son película disfrutables por su estética, pero absolutamente vacuas. Y Call me by your name directamente me parece homófoba. 
En Venecia también se ha estrenado la sugerente nueva serie de Alfonso Cuarón con Cate Blanchett, Observada, cuyo tráiler resulta bastante inquietante, entre Fincher y Polanski. 
La mejor película del festival parece ser The brutalist, de Brady Corbet (un actor guapito que como director hizo Vox Lux y The Crowded Room). Pues bien, parece ser que se trata de una obra maestra descomunal y que será la gran vuelta al cine de Adrien Brody. 
Pero la ovación más larga de todo el certamen, 17 minutos de aplausos, ha sido para La habitación de al lado, de Almodóvar, con sus dos glamurosas protagonistas. 
La película ha gustado mucho a la crítica internacional, a excepción de la estadounidense que llega a decir incluso que esos diálogos en inglés directamente están mal traducidos. 
Me muero de ganas por verla. 

Amo Denia. Las Rotas, donde compraron casas los nazis huidos, nuestra playa de Les Deveses, el auto-cine Drive In, nuestra torre en el castillo… 
Ir al LIDL de los guiris a comprar comida para los gatos que merodean por nuestra casa. 
Siempre fantaseo con la reforma de la casa de Denia, pero al ser ilegal y estar en la misma arena de la playa, no está permitido reformarla. 
Es hasta que se caiga sola. 
Incluso una ley de costas puede, en cualquier momento, ordenar derribarla. 
Sería lo justo. 
Una casa que no tiene precio. Vale millones y no vale nada. Como todo. El verdadero lujo. 
El verdadero lujo siempre es el privilegio. Poder hacer algo que los demás, simplemente, no pueden hacer o tener algo que los demás no pueden tener. 
La gamba roja es un lujo porque hay pocas. Si se multiplicasen y todo el mundo pudiese comprar gamba roja barata a puñados, estaría igual de rica, pero ya no sería un lujo. 
Algo es lujoso tanto en cuanto es privilegiado. 

Leo que se ha puesto de moda meterse patatas fritas por el culo
Me parece una noticia muy fetish hasta que profundizo en su texto y leo que se trata de patatas fritas congeladas y que se hace en el caso de tener hemorroides, que a mi me gusta más llamarlas almorranas, como las llamaba mi padre, que tenía almorranas y que le explotaban cada vez que comía pimientos de Padrón, de los que unos pican y otros no. 

Teníamos pendiente Trap aka La Trampa
Shyamalan nunca decepciona. A la vez, Shyamalan no es para todos los espectadores. Hay que saber entender su cerebro de niño de 14 años. Los vulgares códigos de la verosimilitud no siempre van con este gran cineasta. 
Conozco a gente que asegura que Tiempo aka Old es un bodrio y se trata de una de mis películas favoritas. Pero claro, qué me importa a mi la gente y a vosotros, que solo os importa mi opinión. 
Cuando vi el tráiler de La Trampa lamenté haberle dado al play. Parece que el tráiler cuenta demasiado y enseguida uno piensa que hubiese sido mejor llevarse la sorpresa. Qué ingenuo soy al pensar que con el tráiler ya estaba todo el pescao vendido. Ningún tráiler destripa nada aunque lo parezca. 
La Trampa es una joya absoluta del suspense, del thriller de “thrill”. 
Y hasta aquí puedo leer. 
Sí diré que la interpretación de Josh Harnett es de las que construyen el prestigio de la carrera de un actor. 
Recuerdo la primera vez que vi a Josh Harnett, en un cine de Gran Vía que ahora es un H&M, en Halloween H20, una de los películas favoritas de la saga de Halloween y la más Scream de todas. Él era el protagonista. Recuerdo que era igualito de cara a Sara Montiel. Después en la magnífica The Facullty, de ídolo romántico en Las vírgenes suicidad de Sofía Coppola. El fracaso de Pearl Harbor, un Titanic horrible y patriota, enterró su carrera. 
Volví a verle en la estupenda Penny Dreadful y ya me di cuenta que la madurez le había sentado estupendamente a nivel interpretativo. 
Confirmado con La Trampa. 

Mi top Shyamalan es: 
1.- Tiempo 
2.- El protegido 
3.- La trampa 
4.- La visita 
5.- Llaman a la puerta 
6.- El incidente 
7.- Airbender 
8.- Señales 
9.- El sexto sentido 
10.- El bosque 
11.- Múltiple 
12.- La joven del agua 
13.- Glass 

 En nuestra playa he vuelto a ver a la familia que veranea cada año al lado nuestro. 
Una familia joven, normal y corriente: un padre, fuerte y protector, que carga con la sombrilla y con la barca inflable, una madre cuidadora que vigila que los niños lleven crema, la gorra, y los dos hijos pequeños, de unos cinco o seis años. Deben ser mellizos. 
Les veo en la playa, juntos, montando su rincón con las toallas, los cubos y los rastrillos de los niños y les veo tan vulnerables, de pronto. Una pequeña familia más, un pequeño núcleo de cuatro vidas. 
Siento de repente una honda melancolía a pleno sol. 
Esas mañanas de playa impactarán a esos niños hasta el final de sus días, siendo ellos ancianos. Ahora ninguno de ellos, tampoco los padres, son conscientes de lo importante que es ese verano para todos ellos. Los hijos, siendo ancianos, recordarán que su madre, que su padre, les llevaban a la playa. 
No saben que yo les miraba. 
Yo; el destructor de familias tradicionales, que sólo desea que estén siempre unidos y que sean felices siempre, como lo fueron en esa playa. 

Puse el programa de Latre, Babylon Show, para ver qué se cocía. Un importante descalabro de audiencia frente al imbatible Hormiguero. 
Espero que, pronto, algún programa de otra cadena logre barrer el facherío de Pablo Motos. 
Ya de entrada, los programas que nacen con la intención de desbancar a otro, lo tienen crudo pues no nacen desde la honestidad. Los programas que triunfan lo hacen siempre por casualidad y por sorpresa. 
El programa que logrará enterrar a El Hormiguero será uno que no tenga nada que ver con este, que no se parezca en nada ni en formato ni en contenidos. 
Pan con pan, comida de tontos. 
Volviendo a Babylon Show, me pareció un programa que vendía “locura”, que cualquier cosa puede ocurrir, cuando no es un programa nada loco, más bien acartonado. Todo añejo, anticuado. 
Marta Torné, que siempre me ha encantado en todos los programas que ha hecho, está en un registro de condescendencia, como si estuviese ahí cumpliendo el expediente sin creer en el programa. 
Pero, sobre todo, lo que no encaja es Carlos Latre. Su manera de presentar resulta impostada, poco natural. No es un presentador que transmita cercanía. Se le ve fingiendo en todo momento, haciendo el papel de presentador. Su risa exagerada y sus maneras no transmiten eso que el público define como “buen rollo”. 

Bastante más interesante es lo que está ocurriendo en Ni que fuéramos Shhhh con el inesperado fichaje de la inefable Aída Nízar. La concursante de Gran Hermano más indomable en la historia de todo el concurso sigue siendo un gran misterio para el espectador, que nunca sabe a ciencia cierta si ella es realmente como muestra o si finge un papel. 
Lo primero significaría que estamos ante una persona altamente peligrosa, lo segundo que estaríamos ante una verdadera genia de la comunicación. 
Sin duda, sea como fuese, estamos ante ambas cosas. 
El primer día ya dijo que ella se dedicaba a hacer que el espectador tuviese “orgasmos televisivos”. Imposible definir mejor cada una de sus violentas y disparatadas apariciones. 
La gusta llevar un bolígrafo Mont Blanc en la mano, para señalar, nunca apunta nada. El otro día llevaba tres Mont Blanc en la mano. 
No sé cuánto durará en el programa. Aída Nízar es una revienta-formatos televisivos pero lo es por el único motivo de que ella es el formato en sí mismo y un formato tapa al otro. 

Entre reels me topo con un vídeo de un siniestro señor llamado Antonio Martín Hernández, alcalde de Vita (Ávila) por el PP, cantando en un acto público una canción sobre una agresión sexual a una niña: “Me encontré a una niña en el bosque, la metí en mi camita, la subí la faldita, la bajé la braguita, la eché el primer caliqueño”. 
Yo, no daba crédito a lo que veían mis ojos y a lo que escuchaban mis oídos, y eso que a lo largo del día veo y escucho muchas barbaridades, pero esta performance superaba todos los límites imaginables. De hecho, me costó entender lo que estaba viendo. Prácticamente tenía que pellizcarme para comprobar si estaba despierto o lo que estaba presenciando era fruto de la duermevela. 
Una pesadilla. Pero no; era cierto. 
El PP, rápidamente, echó a Antonio Martín Hernández del partido. Yo aún seguía en shock. 
La misma semana que en Francia una mujer denunciaba que su marido permitiese que la violasen 51 hombres, que una atleta olímpica era quemada viva por su marido… 
Lo típico es que alguien pregunte ¿qué está pasando?, pero lo que está pasando es muy claro y es una guerra. Una guerra sin bombas, pero con muertes. Sin disparos pero con heridos. 
No lo van a poner tan fácil, ¿qué creíais? 

Dos chicas denuncian a por abuso sexual a dos futbolistas y aparece la lúgubre y malvada Isabel San Sebastian, la típica periodista boomer facha y dice que irse a las cinco de la mañana con dos futbolistas es asumir un riesgo que la víctima podría haber evitado. Y lo dice siendo mujer. 
Una mujer culpabilizando a otra de las agresiones que sufre. Decir que los únicos responsables deberían ser y son los agresores, parece una obviedad pero resulta no serlo. Parece ser que si una mujer puede evitar esas agresiones, entonces las que lo han sufrido es que no han hecho lo que debían para evitarlas. Esto lanza el mensaje de que la mujer no pueda estar en los espacios públicos en igualdad de condiciones que los hombres. 
Y que lo diga una mujer. 
Ahí lo preocupante.