Thursday, March 01, 2012

POPY EN VENECIA

Llegamos a la T4, esa terminal que representa a aquella España que estuvimos a punto de alcanzar pero que no pudo ser, hicimos nuestro check-in y corrimos al MCDONALDS a por un buen par de menús antes de subirnos en nuestro avión rumbo a Venecia, ese sueño levantado sobre el fango, esa ciudad podrida que se hunde, luchando contra el tiempo.



Mi chico lo pasa fatal cuando el avión despega y cuando aterriza. No le gusta nada volar.
A mi me encanta.
En el pasillo había un niño muy SOLO EN CASA probando la paciencia de todo el personal y visto que la madre era un alma en pena anulada por su vástago, una de las azafatas de IBERIA se acercó y le dijo: "Niño, pórtate bien que hay que portarse bien en el avión. Bueno; en el avión y en todos sitios".
Aterrizamos y emocionados ante lo que se avecinaba, cogimos un barco al meollo de Venecia...

Al lado nuestro teníamos a una familia de holandeses con horchata en la venas formada por un padre, una madre y dos adolescentes con aspecto de leer libros hasta el final.
Enfrente teníamos a un señor separado que iba con una prostituta de lujo guapísima, de rasgos árabes, que se echó a dormir un rato en su hombro tapándose la cara con el visón.
Pensé que NICOLE KIDMAN hubiese hecho lo mismo; taparse la cara para que no la viésemos dormir. Bueno, NICOLE KIDMAN y yo también; pensar que hay gente que me mira mientras duermo me hace sentir muy desprotegido.
También compartimos barco con dos señoras mayores muy LAS CHICAS DE ORO que iban con la hija de una de ellas y con una pareja heterosexual joven.
Al ver a esta pareja pensé en que se casarían y tendrían varios hijos y que siendo mayores, la madre diría "pues tu padre y yo, siendo jóvenes, fuimos a Venecia", y pensé que yo les vi, jóvenes, enamorados, en Venecia. Sus hijos verán la juventud de sus padres en foto, pero yo la vi en realidad, en frente mío…
La llegada en barco al gran canal de Venecia fue rotunda y espectacular.

Venecia vibra viendo cómo cada día llegan cientos y cientos de turistas boquiabiertos ante su decadente e inusual belleza.
Se siente una ciudad sexy y querida.
JAIME y yo nos cogimos la mano entrando en esa ciudad imposible, tan romántica y misteriosa...
Al bajar del barco, LAS CHICAS DE ORO nos preguntaron por la dirección de su hotel.
Sacamos el mapa de la LONELY PLANET y las indicamos el camino.
Venecia parece muy grande en el mapa, pero en realidad es una ciudad pequeñita, manejable.
Ya era de noche y nosotros buscando nuestro hotel por la laberínticas calles del Veneto, cruzando pequeños puentes, silenciosos canales, gatos que se esconden (en Venecia hay muchos gatos, la gente les dan de comer porque por la humedad hay muchas ratas y con los gatos se mantienen ocultas), pasajes que daban a románticos patios interiores, escondites donde darse un beso...
Nos sorprendió ver niños por la calle fumando... y enseguida vimos que por la calle hay máquinas de tabaco (!!!)
Y no hay coches en Venecia. Los coches no existen en esta ciudad. Las tiendas reciben los pedidos por barco.
Un borracho por poco se cae en un canal...
Muy guay.

Paseando de noche por Venecia siempre sientes que tienes a alguien detrás...
Son los fantasmas de Venecia.
Venecia es una ciudad llena de fantasmas, los fantasmas de las personas que morían de peste en plena calle, el fantasma del protagonista de MUERTE EN VENECIA...
Nuestro hotel estaba pegando con la plaza de San Marcos y muy cerca del HARRY'S BAR al que iba HEMINGWAY y CHAPLIN.
Un hotelito de cuatro estrellas como de JESSICA FLETCHER.
Lo primero que hicimos fue darnos un baño de agua hirviendo, echando todo el gel del baño.
Yo creía que la tele iba a ser todo rato en plan TELECINCO, pero no; echaban películas con DREW BARRYMORE, había MTV, etc...

Excitado amanecer en Venecia.
En lugar de desayunar en el hotel, sabíamos que lo suyo era ir en busca de los pastelitos típicos, así que nos lanzamos a las calles y, claro, los encontramos; se llaman FRITTELLIS y son como unos buñuelos gigantes ligeramente fritos (tipo churros pero en bola y muy suaves) bien preñados o de NUTELLA o de crema.
También desayunamos un café latté (buenísimo el café en Venecia en todos sitios, que no me extraña que no tengan STARBUCKS) y una especie de pizzita redonda con un tomate natural muy rico.
Fuera, unas sinvergüenzas nos preguntaron si podíamos darles dinero y firmar "en contra de la droga", pero yo las dije que no porque nosotros estábamos a favor de todas ellas.

Pensamos en dar una vuelta en góndola, pero no lo hicimos porque nos daba vergüenza y porque los golfos escupen desde los puentes a los turistas que van en góndola.
Hay gente que lo ve hortera, pero a mi eso me da igual; cuando uno llega a una ciudad que no conoce lo primero que tiene que hacer es todo lo más turístico, perder la dignidad por completo y después ya comenzar a visitar la ciudad real, la que vive la gente.
Por eso siempre recomiendo hacerlo todo; la góndola, ir por la calle con una máscara veneciana aunque no sea carnaval, etc...
Lo que no recomiendo es perder demasiado el tiempo viendo cuadros. Si te quedas una semana sí, todo el tiempo y más, pero si te quedas tres días no.
En la plaza de San Marcos el reloj de la torre daba las horas. Un reloj increíble, tanto que cuando los que lo construyeron terminaron su obra, se encargó que les arrancaran los ojos para que no pudieran repetirlo en ninguna otra ciudad…
Qué maravilla.
Ese reloj bien vale unos ojos.

Los guiris tomaban café en el CAFÉ FLORIAN por ocho euros la taza. El primer café que existió jamás en Europa!!!
Admiramos la bizantina basílica de San Marcos, con mármoles de diferentes colores, con las hordas de japos friéndola a flashazos.
Dentro está enterrado el mismísimo SAN MARCOS apóstol, cuyo cadáver unos ladronzuelos venecianos robaron de Alejandría llevándoselo para allá. Pero no solo eso; dentro también tienen expuesta la mismísima sangre de CRISTO, un clavo de la cruz, una espina de su corona, tres piedras con las que lapidaron a SAN ESTEBAN, un cacho del cráneo de SAN JUAN BAUTISTA, una pierna entera de SAN JORGE y el pie derecho de SANTA CATALINA DE SIENA.
Me encanta; casquería católica, homenaje gore a la santidad.
Fuera, al lado del majestuoso palacio Ducal (de cuyos calabozos escapó CASANOVA, el homme fatale de la época), cruzamos el Puente de los Suspiros, que se llama así porque por ese puente iban los pecadores condenados a muerte que suspiraban por última vez al ver ese cielo y ese mar…
Ahí mismo cogimos el VAPORETTO (autobuses-barco) para bordear Venecia por el Gran Canal. Subimos hasta San Marcuola para visitar el gheto judío, que es, con diferencia, lo que más me gustó de Venecia...



En el barrio de Cannaregio compramos otro FRITTELLI de NUTELLA y subimos hasta la plaza del Ghetto Nuovo, donde vimos a rabinos de los de patilla de rulo.
Atravesando puentes llegamos hasta la iglesia de la Madonna del huerto, muy cerca de donde vivía TINTORETTO. De donde vivía y de la capilla donde está enterrado.
Ahí había un altar precioso y JAIME y yo pedimos un deseo.
No dijimos cual, pero sabemos que es el mismo...
Ese altar nos sobrevivirá, hasta que esa ciudad se hunda y sea una ciudad bajo el mar, palacio para peces.
Entramos en un jardín. Unos judíos se daban la mano en círculo, posiblemente recordando a sus abuelos, enviados a los campos de concentración de Fossoli.
Cruzando hacia el barrio de Castello, pasamos el único puente sin barandilla que queda en Venecia y paramos a comer en ALLA VEDOVA; un precioso y acogedor restaurante de madera oscura y servilletas de tela en las lámparas donde comimos una deliciosas albóndigas y una selección de pescaditos (que me dejó insatisfecho) y una pasta riquísima ultra recomendable. La mía vongole, con berberechos y ajito, y JAIME pidió una deliciosa pasta con anchoas.
Un restaurante como para quedarse a vivir en él, esos restaurantes donde uno se resguarda una fría noche de vampiros...
En cada esquina vendían máscaras venecianas. Muchas de ellas horrendas y algunas realmente maravillosas, muy EYES WIDE SHUT.

Los carnavales de Venecia no consisten en disfrazarse, sino en ocultarse, en pasar desapercibidos, de incógnito. Es tremendo porque es muy fácil matar en alguien en plenos carnavales y salir impune, quitándote la máscara en cualquier esquina de la ciudad...
El cine no le ha hecho justicia a Venecia.
No se han rodado aún las suficientes historias de amor, las suficientes películas de terror ni los suficientes thrillers.

En GROM pedimos unos helados de ZABAIONE; huevo de corral y vino Marsala!!!
Un helado impresionante y de un sabor inefable.
Y en un bar tomamos unos SPRITZ. Yo no bebo, pero había que probarlo; CAMPARI o APEROL con naranja, rodaja de naranja y aceituna.
En Venecia es el aperitivo típico, todo en mundo bebe SPRITZ y yo aquí en Madrid no lo he visto... El que ponga un bar de SPRITZ en Malasaña triunfa.
Una alemana preguntó si había algo de comer y la dijeron que ya no porque cerraban en breve y ella se levantó para probar suerte en otro sitio. Sentí cierta ternura hacia esa germana, pensé: “mírala, quiere comer algo porque tiene hambre, siente gusanillo y busca algo de comida que llevarse a la boca”.

El mercado de Rialto en San Polo, con alcachofas que daban miedo, el Ponte delle Tette (un puente donde se ponían las putas de Venecia animadas por el ayuntamiento, en una época donde se detectó demasiado marica en la ciudad)...
Y esa noche cenamos en la OSTERIA DA CARLA, que se cena fenomenal.
Me gustó que la camarera te corta el pan.
Pedimos una ensalada muy rica con uvas, queso... y luego yo me pedí una pasta con sepia y tinta negra, brutales, y JAIME una selección de pescaditos típicos de Venecia, con tomate, cebolla...
Y a por otro baño de espuma...

Al día siguiente JAIME compró tres camisas para el traje de AMERICAN PSYCHO, para ir a trabajar en plan SHAME, que en Italia la sastrería de caballero es muy asequible.
De repente nos topamos con un MCDONALDS.
En Venecia solo hay uno.
Entramos para ver si había alguna hamburguesa especial que no hubiese en España y... efectivamente; probamos la deliciosa MOZZARILLO, hamburguesa con mozzarella, salsa de basílico y pommodoro, etc... y... el MCFLURRY de pistacho!
En la tienda de los FRITTELLIS de repente sonó YO QUIERO BAILAR de SONIA Y SELENA... Me hizo mucha ilusión.
El aperitivo nos lo tomamos en PARADISO PERDUTO, que es el bar hipster de Venecia. Unos pescaditos con verduras y unos SPRITZ.
El camarero iba disfrazado de francés, con el bigotito, la boina, los tirantes... (¿?) Me cayó muy mal porque además iba de "interesante", lo que me hizo pensar que quizá sentía algún tipo de complejo intelectual.
Paseando entre suntuosos palacios y pequeñas iglesias nos dimos cuenta de que a los italianos les gustaba mucho llevar abrigos negros brillantes...
Nos perdimos por las calles, comimos en un restaurante muy romántico de Santa Croce, pasta todo el rato.
En las tiendas de souvenirs vendían pasta de colores, pero estaba claro que no se podía comprar, que era de mentira, así que optamos por ir a un supermercado normal, BELLI o algo así, donde compraban los venecianos de verdad, y ahí compramos cosas riquísimas para traer a Madrid; pesto con ricotta y nueces, concentrado de tomate MUTTI, vinagre de Módena PONTI, fettucine MONTEGRAPPA, foglie de carciofo FATTORA...

Merendamos unas SFOGLIATINAS, que es un bollo muy crujiente con chocolate dentro, con los que cogimos fuerzas para nuestro paseo por el barrio de Dorsoduro, con la casa de PEGGY GUGGENHEIM (la mecenas que lo heredó todo cuando su multimillonario padre se hundió con el TITANIC y que me encanta porque se llama PEGGY, como la cerdita PEGGY).
A cada esquina veíamos una casita en la que queríamos vivir, un nido de amor, con los gatos...
Visitamos los jardines de la bienal, donde hacen el festival de cine y el festival de arte contemporáneo.
JAIME no paraba de hacerme fotos, lo que me llenaba de amor.
Vimos un sitio donde hacían pizza de... !patatas fritas! Venecia no es el lugar apropiado para tomar pizza...
Era la noche de nuestro sexto aniversario, y JAIME había reservado mesa en L'ORTO DEL MORI, un restaurante muy de vinos buenos y parejas del barrio judío.
Una riquísima ensalada de alcachofas, una pasta con pato y yo otra pasta con gambas y un tiramisú loco.
La plaza de Santa Margarita, las campanas de la iglesia de Santa María Gloriosa dei Frari… nuestra última noche en Venecia.
¿Volveremos algún día o ese fue “nuestro momento” en Venecia…?
A la mañana siguiente nos despedimos de una de las ciudades más maravillosas del mundo, del Lido, de la isla abandonada y maldita que hay al lado, desde la que se escuchan alaridos en plena noche, nos despedimos de los canales, de los puentes, en el barco camino del aeropuerto.
Adiós Venecia.
La ciudad pensada para cometer un crimen, para intrigar, para amar.
Yo creo que lo soñé.
No puede existir una ciudad así.
No existe.
No estuve.


* TOP TEN:
Venecia en el cine.

1 - MUERTE EN VENECIA
2 - SENSO
3 - AMENAZA EN LA SOMBRA
4 - EL PLACER DE LOS EXTRAÑOS
5 - VACACIONES EN VENECIA
6 - EL SOMBRERO DE COPA
7 - EMANUELLE EN AMERICA
8 - ALMAS PERDIDAS
9 - ANÓNIMO VENECIANO
10 - TODOS DICEN I LOVE YOU

Próximamente en POPY B: Flores, carne artificial, sectas, de los PITUFOS al porno, dos años maquillada, la mamá, RADIOSHOCK con SERGIO COLMENAR, YOLANDA SOLA y BRAYS EFE, fiesta de SAILOR JERRY en una bolera, y mucho más!!!

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