Saturday, September 28, 2024

POPY, ¿QUIÉN SI NO?

Quedé con Mario para comer un comer hasta reventar del Domino’s y nada más llegar, al verme, me dijo que me veía rejuvenecido. Le dije que me había pinchado la Substance de la peli de Demi Moore. 
Me muero de ganas por ver esa película que es un subproducto que de pronto ha maravillado en Cannes. Espero que no sea una estafa como la de Titane, simulación de una pija que jugaba a ser Cronenberg. 

El Domino’s con teenagers y con gente sola disfuncional y maravillosa comiendo, en plan Escritorasabeonda y Evita Camilla. 
Las listas de las mejores pizzas de Madrid, de España y del mundo, no me llaman la más mínima atención pues, aunque por supuesto que la pizza italiana, napolitana, la disfruto y me gusta, para mí la pizza es americana, ya lo sabéis bien. Pizza de Alf, de Beverly Hills 90210, de Scream. Una vez más mi yo infantil negándose a ser encerrado. 
Me encanta el Domino’s, que es algo parecido a Pizza Hut, pero, aunque una de mis pizzas franquicia favorita de ahora es la Papa John’s, tengo que decir que, sin duda, la mejor pizza americana que se puede probar es la de CostCo. 

Escucho la nueva canción de Rosalía, Omega, con Ralphie Choo (¿será hijo de Jimmy Choo?) y la canción me resulta preciosa y romántica y el videoclip otra preciosidad, con ese cutrismo tan GenZ y a la vez tan poético. 
Temazo de otoño. 
Pero, de pronto, se lo pongo en el coche a mi chico y me dice que menudo horror de canción, que cuando Rosalía se de cuenta del horror de canción que ha hecho va a flipar. 

Al hilo de Beverly Hills 90210, me topé con un storie de mi querida y admirada Tori Spelling en Dancing With The Stars, el Mira quién baila americano que es el Ni que fuéramos de los US de A, un templo pop del trash. 
No solo tienen a Tori (que, por cierto, no os perdáis la ultima temporada meta de Sensación de vivir que ella misma produjo, mostrando que era digna hija de gran productor, que es una absoluta obra maestra), sino que en el Mira Quién Baila yanqui también tienen a la legendaria Anna Delvey, la chica esta rusa pobre que se hizo pasar por una pija alemana para estafar a pijos y a sus bancos y de la que Netflix hizo una serie. 
Pues bien, claro, las fagotas americanas enloquecieron cuando Anna Delvey aparece en el escenario para bailar y lo primero que muestra para que vean las cámaras es su tobillera grillete electrónico policial recubierto de brillantes swaroski. 
Musa absoluta. 

Ya hemos terminado Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez, que ha sido una verdadera montaña rusa de emociones y de hipótesis, con ese espectacular capítulo monólogo en plano fijo con zoom de la confesión de Erik, pero sobre todo de ese inmenso actor que es Cooper Koch. 
Tras ver la serie creo que realmente ocurrió, pues lo que ocurrió, pero, ¿y si no? 
Una ficción fascinante. 
Y empecé a ver Agatha ¿Quién Si No?, aka Agatha All Along. 

Tenía muchas ganas de hincarle el diente a la tan esperada serie de Agatha Harkness. Sabéis que Wandavision está entre mis series favoritas de la historia de la televisión, y este es un spin off salido de ese universo. 
Agatha me está gustando, me parece una serie divertida, muy a lo Sabrina, un buen entretenimiento para calentar motores de cara al mes de Halloween, pero carece por completo, al menos por ahora, de la alta descarga emocional de su predecesora. 
Aún así, sigue siendo una serie muy travesti, hecha para nosotros y hay que darle al play para que Disney+ lo note y continúe por esa senda fagota. 
Kathryn Hahn es una actriz superdotada. Habitual en todas las series de culto, la descubrí en Afternoon Delight, pero su consagración fue como Miss Fletcher y siendo está Agatha en ese momento tan marica de Wandavision. A su lado hay otras actrices de culto gay como Aubrey Plaza, Patti Lupone y el niño de Heartstopper. 
A ver por dónde lo llevan. 

Esta semana recibí en Pijas Marrones a Néstor Barbosa y a Mario Canal, en una agradable tertulia otoñal charlando sobre: realidades marginales, la superluna, la Coca Cola Oreo, Jimmy Giménez Arnau, los Emmy... Ya sabéis que tenéis el programa en todas las plataformas de podcasts.

Me pasan por un grupo de Whastapp las fotos del Rey emérito besuqueando a Bárbara Rey, publicadas en una revista extranjera del primer mundo. 
Tiene gracia que en la imagen de Juan Carlos I besando a la co-protagonista de Me siento extraña, aparezca exactamente con el mismo perfil de las extintas monedas de veinte duros. Por lo demás, no me impactan lo más mínimo. 
Llegan tarde y mal. 
Son una bomba desactivada y caducada. 
Como mucho, lo único reseñable de dichas instantáneas sea su capacidad de despertar nostalgia de una España que ha dejado de existir; la entrañable España de los contestadores automáticos, de corbata de sección de caballeros de El Corte Inglés, carrete Kodak, JB y DYC, zapatillas Paredes, gel Fá y Tulipán Negro, cassette de doble pletina Sanyo, Pryca, Jesús Hermida y Margaret Astor. 

Era el cumple de Vero y fui a una tienda de juegos de mesa a comprarle el 7 Wonders, que es un juego que encanta a la gente que juega mucho a juegos de mesa. 
A mi chico y a mi nos encanta, llegado el otoño, jugar a juegos de mesa con Vero y Popote. Código Secreto, Mysterium, Las mansiones de la locura. Calor de hogar.
En la tienda de juego me llamó la atención un juego nuevo titulado Horrified que tiene a los monstruos clásicos de la Universal: Drácula, Frankenstein, La Momia, El hombre invisible, el monstruo del pantano, la novia de Frankenstein y El hombre lobo. Como en su momento esa maravillosa versión del Cluedo llamado Misterio. 
Los monstruos de la Universal me atraen enormemente desde niño. Acercarte a aquello que, en teoría debe darte miedo, tratar de domar esa emoción acercándote a esos románticos monstruos iluminados en verde, rojo y azul, pese a haber nacido en blanco y negro. 

Y fuimos a casa de Vero y Popote, que esa noche jugábamos a Evergreen, con baos y brochetas de pollo del CostCo, comentando la serie de los hermanos Menéndez y una película hetero de Netflix que resultó ser una joya del cine: Rebel Ridge
Toda una sorpresa. 
Cine hetero pero con temple y a la vez energía electrizante. 
Un thriller de acción social y racial, heredero del gran cine americano de los setenta, de Fuller y Peckinpah. Y claro, al buscar quién ha dirigido esta joya la sorpresa se explica, pues se trata de Jeremy Saulnier, director de dos joyas como Blue Ruin y Green Room. 

Por la calle vi un Tesla, del tránsfobo de Elon Musk, y me fije en el tipo que iba dentro… Un cateto bitcoin. Tener un Tesla es muy de plebeyo de ceos de startup, de Daniel Sancho. Es muy Llados haciendo burpees con mallas Under Armour, gyozas congeladas del Mercadona, Ibiza, Nacho Cano, conferencia de trading de Josef Ajram, el 33, NFT. Helado de proteínas, emprendedor en Dubai, ligar en Mercadona, crossfit y estrellas Michelín. Cryptobro, IPhone a plazos. Metaverso, Theranos. 
Es un fail. 

Mueren Julián Muñoz y Maggie Smith. 
Julián Muñoz perfectamente podría haber salido en Harry Potter haciendo de bedel o de mago borracho del pueblo. 
Maggie Smith esa clase y refinada ironía. Me encantaba, de joven, en las películas de Poirot de Muerte en el Nilo y Maldad bajo el sol, en Una habitación con vistas, de monja en Sister Act, pero yo creo que donde más me gusta es en Gosford Park de Robert Altman. 
Queridísima gracias a Harry Potter y a Downton Abbey. Hace nada fue imagen de Loewe. 
Viendo sus imágenes en las pelis de Poirot pienso inevitablemente en lo fugaz que es la vida. 
Maggie Smith era tan british que perfectamente podría haber sido la amante de la mismísima Reina de Inglaterra y a los ingleses les hubiese parecido fenomenal. 

Julián Muñoz fue la redención de la España negra. La realidad que Bigas Luna retrató en su mítica Huevos de oro. Limpiarse la boca de grasa de espetos con las servilletas de bar que no absorben, corrupción, hemorroides, desfalco, cedés de Jose Manuel Soto en la guantera del Mercedes gris, recalificación de terrenos, puticlubs, mordidas, coto de caza, Aquí hay tomate, puros, toros, sobornos, “yo soy un caballero”, chantajes, “dientes, que es lo que les jode”, fajos de billetes en bolsas de basura, whisky, cárcel, olvidarte de tu mujer y de tus hijas cuando te va bien, volver a ellas con la cabeza gacha cuando te estás muriendo y estás arruinado, decadencia y ternura. 

Viendo resumen de Gran Hermano
Elsa es tan homófoba que no sabe que es lesbiana. 
Aparece el presentador del debate, Ion Aramendi, y mi chico dice: Este, ¿cómo se llamaba? ¿Ione Belarra?