La Universidad de Valencia se ofrece para restaurar álbumes familiares de fotos cubiertas por el lodo de la Dana.
Restaurar recuerdos.
Mientras todo el mundo se preocupa por lo urgente, por lo básico, por lo imprescindible, algunas personas le han dado importancia y relevancia a esos objetos que no son vitales para nuestra supervivencia física pero si quizá para la emocional, esas imágenes que reposan en cajones, en álbumes, en marcos, de tu madre, de tu abuela, de esa boda, de esas vacaciones, de gente que ya no está y que solo viven en el recuerdo y en esas fotos de momentos congelados en el tiempo.
Qué fino hilan algunos.
No todo va a ser mezquindad y aprovechar el sufrimiento y la indignación colectiva para avivar la rabia y sembrar el odio.
No todo es Rubén Gisbert, el tiktoker facha, arrodillándose para mancharse de barro y crear ficción entre la desgracia real.
También hay asociaciones salvando gatitos, gente repartiendo agua y comida sin cámaras delante para presumir de solidaria, como lo hace Paz Padilla, que dice “te quiero” a la gente vaciando el “te quiero” de significado. Como Rosalía, caída en las garras del Chef Jose Andrés, que la utiliza para pillar más foco y ser más viral y más y más.
Si existe el pecado, quizá ese ese; el de la vanidad sirviéndose de la penuria ajena.
Es la pornografía de la solidaridad.
No todo es vileza, no todos son malas noticias. Pese a los bulos de Iker Jimenez y de María Pombo, no hay cadáveres en el parking de Bonaire, tampoco en el túnel de Alfafar.
Los ánimos estaban en llamas hasta que salió el jefe de la UME explicando, de manera prístina, que en fase 2 de emergencia, que es el que se encuentra Valencia hasta que la Generalitat decida pasar a fase 3, las competencias son autonómicas y es la comunidad la que debe pedir la ayuda al gobierno central.
Así de sencillo.
Ahora ya sabemos que Pedro Sánchez, presidente del gobierno, no dijo “Si quieres ayuda, que la pidan”, como aseguraba Pablo Motos en El Hormiguero. Ahora sabemos que dijo “el gobierno central está listo para ayudar”.
Palabras parecidas y tan diferentes.
Cómo puede cambiar todo eliminando ciertas palabras o cambiando las mismas de lugar.
Siempre ha tenido un nombre: manipulación.
Descubrir el videoclip de Mazón, que se presentó a Eurovisión con su grupo Marengo, ha sido una fantasía berlangiana de una España entrañable de pandereta y sinvergonzonería.
Marengo, tan Julio Iglesias, tan de canallita Café Quijano que enamora a las putas y no le cobran.
Al final Mazón simplemente es un inepto, incapaz para coordinar una comunidad autónoma que le viene grande. Debe dimitir, como pidieron todos los manifestantes que llenaron ayer las calles de Valencia, pero le compadezco y empatizo con él. Al final, todos somos así. A todos nos viene todo grande. Nadie sabe hacer bien su trabajo, todos metemos la pata. A todos nos hubiese pasado lo mismo y nadie habría sabido dar esa alarma a tiempo.
Este señor estaba ahí fumándose un puro con una amiguita y de pronto se le ha venido encima el marrón del siglo.
Eso sí, cuando eliminas una Unidad de Emergencia por soberbia, solo porque la montaron otros, corres un riesgo que hay que asumir.
El silencio en redes sociales es equidistancia.
El equidistante pretende disfrazar el silencio de inteligencia reflexiva, pero es el silencio del asno. Y el silencio del temor, de la comodidad de mirar hacia otro lado.
Cuando la vileza vocifera, manipula y normaliza la violencia, el sentido común no puede permanecer de brazos cruzados; tiene el deber de recolocar el discurso. Con sentido del humor, desde luego, con análisis crítico, pero con firmeza.
Recordad que el silencio y la equidistancia solo beneficia al opresor.
La navidad tendrá que esperar unos días.
La navidad empieza cuando tiro las calabazas de Halloween a la basura, pero este año se retrasa por la Dana.
Este Halloween vinieron los niños del vecindario a hacernos truco o trato. Les abrimos la puerta con máscaras endemoniadas y dimos todos los Snickers y todas las gominolas a los niños más pequeños, que siempre llegan abusones del tamaño de Kiko Rivera a quedarse con todas las chuches.
Y después nos fuimos a ver Smile 2, que es mejor que la 1, es casi más un remake más que una secuela. Original en su contexto de hacer que la scream queen sea una estrella del pop, efectiva en su recorrido del tren de la bruja, pero algo desmadrada en cuanto al “todo vale”.
Me pareció bien.
Amo Halloween en Gran Hermano, este año protagonizado por Maica cayéndose de culo con los sustos, mientras daba arcadas.
Es maravillosa, tan involuntariamente cómica.
Le han metido a Tomasso dentro de la casa y ha vivido un desamor del que se ha recompuesto enseguida.
Va a ganar.
Me alegra mucho que se haya quedado Daniela, tan naif y lúcida a la vez. Laura no se podía creer que estaba expulsada, pese a su falta de sororidad y a su engreimiento, o precisamente por él. Creía ser la protagonista y ya está fuera de la casa.
La cara de Ruvens al ver que efectivamente Laura no era protagonista de la edición, fue un poema.
Ruvens ha empezado a sentir por Oscar, al verse emocionalmente acorralado, ha decidido romper con todo y odiarle.
Desayunando un croissant recién salido del horno con mermelada de granada y frambuesa con café Lavazza, vimos los resultados de las elecciones USA. Está vez los republicanos no hablaron de fraude electoral porque ganó Trump, holgadamente.
Finalmente ni Taylor Swift ni Beyoncé pudieron impedir la vuelta de Trump.
Creemos que las estrellas del pop son diosas porque vivimos en una burbuja protegida por ellas, pero lo cierto es que las estrellas del pop en el mundo real no son nada.
Melania, siendo por fin la gente espía doble que es, deberá comprar un anillo cofre en un anticuario para, abriéndolo de soslayo, verter veneno sobre el bourbon on the rocks de su marido.
Eso espero.
Kamala cometió varios errores más allá de ciertos gestos que no gustaron al votante demócrata (no ser clara con el genocidio de Gaza, hablar de tener el ejército letal más letal del mundo o decir que quería gente republicana en su equipo), entre ellos, no acercarse por el campo de la América profunda, esa América redneck y white trash que se siente abandonada y con la que tan bien conecta Trump a través de sus exabruptos.
Kamala, siendo progresista, caía mal. Trump, siendo un monstruo, cae bien.
Es Disney, es El Corte Inglés.
Un personaje estrambótico que no sabemos de qué será capaz controlando los tres poderes del Estado: el legislativo, el ejecutivo y el judicial. Básicamente puede hacer lo que le venga en gana.
Las feministas de los US de A ya se huelen que va a prohibir el aborto y han viralizado el movimiento 4B de Corea del Sur contra el machismo; No citas, no follar, no casarse y no tener hijos con ningún hombre.
Si querían tocar sus cuerpos deberían haber votado por ellas.
La guerra de sexos no fue en los ochenta; viene ahora.
¿Ocurrirá un Handmaids Tale?
Sinceramente creo que no porque las lesbianas lo impedirán.
Nosotros somos de café espresso de máquina, de café Lavazza y de café Illy, pero por supuesto tenemos la Nespresso y de vez en cuando nos gusta probar los sabores que van sacando, para cafés/postre de sobremesa.
Son calor de hogar y aferrarse al capitalismo.
Este Halloween estuvimos tomando el Spice Pumpkin Cake, que era un café que sabía a octubre. Y ahora ya tenemos en casa los nuevos sabores diseñados por Jean Imbert, que prometen saber a navidad: el de sabor a croissant de almendra y el de sabor a cacahuete y sésamo tostado.
Me los tomo viendo el videopodcast de Armie Hammer, la fantasía caníbal, riéndose de su cancelación para sobrevivir emocionalmente.
Esta semana ha llevado a su madre, que le deja biblias en el coche y que al verla uno lo entiende todo: una pija dominatrix, controladora y fría como el hielo.
Pero para videopodcast, el mío, Pijas Marrones, que esta semana ha contado con Paula López Cuervo y con Aitor Goenaga, hablando de todo lo ocurrido en nuestra piel de toro, pero también de El Bar Coyote…
Resulta que yo no había visto El Bar Coyote en su día…
Sé que es difícil de creer, pero yo era club kid, estaba muy metido en el cine Doré y se me pasó de la cartelera y, finalmente no la alquilé nunca en deuvedé. Pasaron los años y hasta ahora, que le confesé a mi chico, tras topárnosla en Disney+, que no la había visto.
La pusimos y… yo no sabía que El Bar Coyote era el Burlesque del r´n´b… La protagonista hay un momento que inventa el r´n´b, como si fuese el biopic ce la inventora del r´n´b.
Toda la película es una incitación a la prostitución Weinstein tremenda.
La figura del ligue de la prota normaliza el acoso y da a entender que, además, funciona. Hay un momento que el novio se sube a la barra a bailar y sale del armario, pero al bajar vuelve a hacerse el macho de nuevo.
Una película que es Britney hecha película.
Una película que no pretende ser gay y que sin embargo lo es.
Parece escrita y dirigida por ella.