Thursday, August 14, 2025

GREAT GENES

El balón de playa de Nivea
Azul, con las letras de Nivea en blanco. 
 Una esfera inflable que es un portal, un vórtice a una playa idealizada, de anuncio, de sol radiante, arena blanca y un mar azul y una madre. 
El olor de crema Nivea es aroma a madre. 

En los Países Bajos hay un pueblo donde todo es de mentira, todo falso. 
Es un pueblo para gente con Alzheimer. Para que ahí puedan moverse libres y tranquilos. 
Es como un pueblo del sueño de Sandman. El show de Truman final. Un juego. 
¿Estaremos ya ahí? 

España en llamas. 
PP y Vox dijeron no a reforzar la lucha contra el fuego en Castilla y León. Juan Carlos Suárez-Quiñones, un señor siniestro, dijo que “Mantener el operativo de incendios es absurdo y un despilfarro”. 
La ley de montes no permite edificar un terreno incendiado hasta pasados treinta años pero en 2015 el PP modificó la ley de forma tal que si has vendido el terreno antes del incendio se puede recalificar como zona urbanizable en lugar de cómo zona forestal. 
Fin de la cita. 

El verano del querido Final Boss de Ibiza; la pureza bajo el disfraz. 
Se ha hecho icónico gracias a su extremismo estético. Sólo se hace icónico aquello de lo que te puedes disfrazar en Halloween. Pero es que, además, su performance es casi un tipo de drag que representa un estereotipo social: el hooliganismo ingles veraniego, quintaesencia de la Ibiza del nuevo siglo. 
Fue a la isla a pasarlo bien unos días y ahora la isla es suya. 
Le amo. 

Mi chico me llevó a ver Los 4 fantásticos en Imax 3D. 
A él no le apetecía nada. A mi bastante. 
La película le encantó. 
Una película de superhéroes fresca, retrofuturista, entre Los Supersónicos y el primer Superman de Richard Donner que es la quintaesencia del cine de superhéroes. 
De retro que es resulta moderna y nueva. 
La película es entrañable y a la vez monumental. El guión es fabuloso, el reparto efervescente. 
Maravillosa Silver Surfer. 
La mejor película de Marvel desde Shang Chi, Doctor Strange 2 y Eternals, con permiso de Wandavision, por supuesto.
Salimos y yo tenía antojo de una Chingona de Doritos en KFC
Me encanta KFC. 
La gente a la que no le gusta KFC es racista.  

Quedamos para cenar en una terracita con Reyes y Miha. 
Bienmesabe, ensaladilla rusa, hablando de la faja de papada de Kim Kardashian, tan La piel que habito, que estos días ha llevado Hanibal Lecter. 
Pero la pionera es Potota. 
La Fontana di Trevi teñida de rojo sangre por Gaza, mientras La Casa Blanca, de manera surrealista, pide el Nobel de la Paz para Trump. 
Una cosa como de Lex Luthor. 
JK Rowling, la muy cerda, pide boicot para Marks & Spencer por tener una dependienta trans en la sección de sujetadores. 
Muerta en vida. 
Odia al mundo porque Harry Potter, su propia creación, la odia a ella. 

El horror seguía con una especie de pseudo-influencer Cayetana llamada Mariona Pujol corriendo por “los barrios chungos”, diciendo “por aquí huele a kebab”, “uy, una rata”, en un barrio de clase obrera. 
No es clasismo, es mera vileza. 
En el vídeo salen dos memas. Parecen dos chicas normales, pero no. Tras su pacata sosería impersonal se encuentran dos almas negras, ya podridas pese a su corta edad. 
Son dos chicas jóvenes viejas, decrépitas, clasistas, racistas, homófobas, malas cristianas. 
Creen que están a salvo pero van a sufrir incluso más que la gente de ese barrio que no llega a fin de mes. 
Ellas van a sufrir llegando a fin de mes holgadamente, lo que es aun más devastador y definitivo. 
Ya han renunciado a su personalidad y a su juventud pero pronto conocerán la infelicidad insondable, la vida perdida. 
Ya están malditas. 

Y esa playa de Granada, con el manader facha reteniendo a un chico recién llegado en patera para buscarse la vida. 
Guardia Civil espontáneo. 
Un facha de mierda. 
La derecha criminalizando al pobre. 
Pero en el vídeo se escucha una voz de una mujer; “que lo dejes”. 
Por supuesto que no está todo perdido. 
Las dos Españas. 

Israel mata al periodista de Al Jazeera, Anas al Sharif y a tres compañeros suyos en Gaza. Estaban vivos. 
Matan a la prensa para entrar a fuego en Gaza y que nadie lo pueda ver. 
Intento huir de la pesadumbre viendo el vídeo del saltamontes subiendo por el vestido de Jennifer López hasta su cuello mientras esta canta y el posterior vídeo de IA de ella y el saltamontes cantando juntas. 
También me evado viendo la entrevista en la que a Mariah Carey le cuentan que Katy Perry ha subido al espacio y la musa navideña se ríe de la intérprete de Sueño Adolescente diciendo, claramente medicada, que ella ya ha estado en “el espacio”. 

Menos mal que vivimos en una realidad distópica en la que Rick Owens vende vídeos de sus pies en Only Fans para su operación trans y en la que Lydia Lozano se descojona con Pilar Vidal, las dos en la piscina fresquitas. 
Ese es mi verano 2025. Ellas y Jose Carlos Calvo

El cartero me trajo un paquete de Jona, uno de mis pintores favoritos de IG. 
Trazo salvaje y cinéfilo. 
Sabía que me iba a mandar un retrato mío, fantástico, pero en el paquete venían dos pinturas más: una con Dean Stockwell cantando en Blue Velvet y otra con Edith Scob, protagonista de Los ojos sin rostro, con la máscara verde en Holy Motors
Verdaderas joyas en mis paredes.

Camino de Asturias escuchamos un podcast de sociología política sobre la figura de Jesse Souza, autor de La élite del atraso y La clase media en el espejo
El podcast se centraba en el análisis de Souza acerca del neoliberalismo. 
Oprimidos humillados defendiendo a sus opresores. 
Es muy típico decir: “La gente es ignorante, no saben votar”. 
Demasiado simplista. 
El neoliberalismo no es simplemente una política económica de libre mercado; es una ideología moral que transforma cómo las personas se ven a sí mismas y a los demás. Te dice que cada persona es responsable individual de su éxito o de su fracaso. 
Si eres rico te lo mereces y si eres pobre te lo mereces. 
Esta idea invade la moralidad, la dignidad y la autoestima de las personas. 
La derecha neoliberal te dice que una persona de clase trabajadora que vive de manera precaria no vive así porque haya políticas que concentren la riqueza, haciendo que los trabajadores ganen salarios bajos favoreciendo a los ricos, no; te dice que vive así como resultado de sus elecciones individuales, de su falta de esfuerzo, de no haberse atrevido a aprovechar las oportunidades. 
Culpabiliza a los pobres de su pobreza y elimina toda responsabilidad al sistema, pero, además hace algo aún más perverso; que los pobres experimenten la humillación social. 
De este modo, el neoliberalismo crea jerarquías de humillación social entre los oprimidos: el trabajador con contrato se siente superior al que no tiene contrato, el que no tiene contrato se siente superior al parado, el parado se siente superior al inmigrante, etc. 
Así, la derecha hace creer a la clase trabajadora que la culpa de su situación es de los que están por debajo, cuando es de los que están arriba. 
De este forma surge el pobre de derechas.... Décadas de humillación social sistemática. 
Van a votar a gente que van a empeorar su situación porque la derecha les ofrece lo que la izquierda no: construir dignidad a través del desprecio a otros pobres. 
Perciben la izquierda como limosna, en lugar de cómo derechos conquistados en pleno derecho. 
La izquierda debe dar valor y poner sobre la mesa los progresos colectivos, comunitarios. 
Hacer que la clase trabajadora vuelva a tener autoestima. 

Llegamos a Asturias, a un lugar que no puedo desvelar por gatekeeping, para comer con Ana, Gerard, su hijo Darío y el primo de este, Diego. 
Comimos pastel de cabracho, cebollas dulces rellenas de bonito, delicias asturianas. 
Llegamos a la casa, a un paraje como de Heidi. Llevábamos juegos de mesa (Horrified), pelis (Piraña 3D, Snowpiercer, Agárrame esos fantasmas). 
Ana nos hizo increíbles rutinas de skin care que hizo que nuestra piel tuviese lustre. 
Habían pasado 80 años de la bomba de Hiroshima. Me acordé de The seven streams of the river Ota, de Robert LePage
Las secuelas de la historia, las heridas abiertas. 

40 años del Running up that hill de Kate Bush
Una canción compuesta en el olímpo, un pacto con los dioses. 
Épica, íntima, lapidaria. 
Y 35 años de Deee-Lite, que vivieron los 90 como si fuesen los 60 al revés. 
Psicodelia. 

Fuimos a comer a Cudillero, ese precioso pueblo pescador, escalonado, mirando al mar. 
Bad Gyal se daba prisa en apoyar a Palestina, no fuese a ser que las fagotas se la echasen encima como con Rosalía. 
Nos comimos un arroz en un restaurante que la dueña tenía pelo efecto mojado wet hair, todo para atrás. 
El pelo efecto mojado si es para atrás es muy de galerista de ARCO que pretenden fingir seguridad y aplomo. Aunque también es muy socialismo caviar como ocurre en Mercedes Milá o en dicha dueña de restaurante. 
Si el pelo efecto mojado es en pelo suelto solo tiene cabida en entornos muy veraniegos y de mar. En contextos de interior queda cajera de Mediamark. 

En la enorme playa de Las Salinas, rodeados de casitas preppy, viendo en el IG a todas las fagotas millennial y GenX emitiendo odas al fin definitivo Sexo en Nueva York
Pese a la clara decadencia involuntariamente cómica de Just Like That, es decir, pese al ridículo, estos icónicos y culturalmente relevantes personajes merecían un final por todo lo alto y no una furtiva cancelación sorpresa. 
La serie marica misógina que logró engañar a la mujer haciendo retroceder el movimiento feminista en los dosmiles. 
Esa ciencia ficción neoyorquina de moda imposible y zapatos. 
Faltó la sal de la vida; Samantha. Pero para siempre ese personaje legendario, Carrie Bradshaw, egoísta, torpe, tóxica. La Freddy Krueger del romcom. 

Fuimos al cine a ver Weapons, la nueva película del director de Barbarian, película que amo. 
Weapons es terror veraniego. 
Una divertida película de terror. 
Al cine de terror nunca debemos pedirle demasiado. Si nos lo da, perfecto, pero con el horror siempre debemos tener la manga ancha, como con la comedia. 
Weapons, pese a sus altibajos, funciona. 
Arranca torpe y desperdiciada, con una innecesaria voz en off. De pronto se eleva con la construcción de personajes y con una estructura de un hecho contado desde distintos puntos de vista, como Rashomon, Perdida o Sospechosos habituales. 
La película vuelve a bajar con la revelación de un personaje de arriesgado diseño. Es lo más icónico de la película y a la vez su talón de Aquiles. 
Chirría. 
Pero finalmente la película vuelve a enderezarse y a subir en su resolución y en su fanfarria final. 

Al haberse estrenado las dos este verano, y aún siendo muy diferentes, es imposible no compararla con Devuélvemela, lo que pone de manifiesto el valor de un cineasta capaz de encontrar un tono para la película. 
Mientras Bring Her Back es un todo, Weapons da bandadas entre It Follows, Longlegs, La semilla del diablo, sin llegar a encontrar del todo su identidad propia. 
Le conté todo esto a mi chico y este me dijo “Sí, si, pero ¿sabes qué? Yo se lo he perdonado”. 
Yo también. 
No os la perdáis. 

Ahora en verano es tiempo de revisar Dirty Dancing, Admiradora secreta, Licorice Pizza, La tropa de Beverly Hills, El rayo verde, Viernes 13, Triángulo de la tristeza, Este muerto está muy vivo, Sweetheart, Amigas para siempre, Cuento de verano, Infierno azul, Un mar de líos, Uno para todas, Krampack, Piraña 3D, Summer Lovers, Sleepaway camp, Tiburón, Cuenta conmigo, La piscina...